¡La lucha contra las deportaciones brutales del ICE, DHS, y la Patrulla Fronteriza ha comenzado! Este asalto contra los trabajadores migrantes finalmente está siendo impugnado en las calles de Los Ángeles y en otros lugares. Para que nuestra lucha sea efectiva, necesitamos saber quiénes son nuestros amigos y a qué debe conducir el movimiento.

El giro racista y nativista se produce ahora debido a la crisis mundial de rentabilidad y la marcha global hacia la guerra imperialista. Los capitalistas intentan prevenir la combatividad de clase fragmentando la unidad de la clase obrera y aterrorizando a un segmento de nuestra clase ante el empeoramiento de las condiciones de trabajo, los recortes salariales y recortes en el gasto social. Todo esto para permitir que los trabajadores marchen a la guerra como carne de cañón mientras que soportan la miseria en casa.

¡No se equivoquen! Esto no es sólo un asunto de Trump. La verdad del asunto es que el Partido Demócrata está feliz con el secuestro de trabajadores migrantes. La Ley Laken Riley fue aprobada con votos de ambos partidos, y Obama y Biden todavía tienen el récord de deportaciones. Los demócratas son indistinguibles de Trump en sus políticas fronterizas y de inmigración igualmente reaccionarias, mientras que el descaro exagerado de Trump ayuda al Partido Demócrata a lavar su imagen para las elecciones legislativas y presidenciales. Para los trabajadores migrantes, quienquiera que esté a cargo de la maquinaria represiva del Estado importa poco cuando son encarcelados o deportados. Nuestra rabia no puede dirigirse hacia apoyar al Partido Demócrata, como se hizo después de George Floyd. La lucha del trabajador con conciencia de clase es contra todos los partidos de la clase dominante y contra todos los intentos de dividir a la clase obrera.

Las agresiones dirigidas a los trabajadores migrantes son agresiones contra todos los trabajadores. Los trabajadores de todo el mundo deben estar preparados para defenderse a sí mismos, a sus vecinos y a sus compañeros de trabajo contra las redadas del ICE. Desde los comités vecinales y las luchas en el lugar de trabajo hasta las protestas masivas, la lucha debe ser realizada por la clase trabajadora con su inmensa fuerza. Sin el trabajo explotado de todos los trabajadores, migrantes y sedentarios, el sistema capitalista se paraliza. ¡Lucha en el trabajo y en la calle, no en las urnas! ¡Golpear al sistema capitalista xenófobo donde más le duele: en sus beneficios!

Pero más que impedir que el sistema deporte a nuestres hermanes de clase, debemos derrocarlo, tomar el poder para todos los trabajadores y ponerle fin a esta pesadilla de brutal represión estatal contra los más vulnerables. Nuestra lucha es internacional, y los trabajadores, independientemente de su estatus, deben realizar una lucha de principios contra la clase dominante internacional, una clase que divide y explota nuestro trabajo en todas partes.

Sólo en un mundo en el que el capitalismo haya sido derrocado vivirán todos los trabajadores sin miedo a que su estatus les condene al abuso, al acoso sexual, el robo de salarios, la discriminación o la deportación. La clase obrera en su conjunto debe luchar unida contra la clase dominante, pasando a la ofensiva para aplastar el Estado capitalista en todas partes. Esto implica la necesidad de crear una organización política internacional que pueda proporcionar a toda la clase una dirección revolucionaria a toda la clase.

El Grupo Obrero Internacionalista (IWG-GOI) es la filial estadounidense de la Tendencia Comunista Interna- cionalista (TCI), una organización política revolucionaria de la clase obrera dedicada a construir el futuro partido de la clase obrera y derrocar al capitalismo por un sis- tema mundial de consejos obreros.