El verdadero antifascismo es el anticapitalismo

En 1946, la monarquía italiana, que pronto sería abolida, designó el 25 de abril como "Día de la Liberación", en referencia a la derrota final del fascismo en 1945. Desde entonces, ha sido una fiesta nacional "antifascista" bajo la República Italiana, acompañada de ceremonias y manifestaciones patrióticas. El siguiente folleto fue distribuido por nuestros camaradas de Battaglia Comunista en el aniversario de este año, que tuvo más resonancia dado que el partido Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia) de Meloni, los herederos de los movimientos fascistas del pasado y la versión italiana del nuevo nacionalismo populista, está en el gobierno...

Ochenta años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, los herederos políticos del fascismo y su lógica avanzan y gobiernan, aquí y en otras partes del mundo. Es la profunda crisis del capitalismo la que los ha puesto en movimiento, porque está reduciendo el margen de maniobra de la burguesía "democrática".

Pero, ¿se puede realmente combatir al fascismo con esa ficción electoral, la papeleta de votación, es decir, con la democracia burguesa? ¿O debería ser considerado, como lo es en realidad, como un fenómeno endémico del sistema económico actual? ¿Sólo la desaparición de esta última como causa hará desaparecer el efecto?

La Constitución prohíbe (verbalmente) la reconstitución del partido fascista disuelto. El problema, para muchos, sería que no se ha aplicado correctamente. Sin embargo, su "no aplicación" está implícita en su propia naturaleza. De hecho, además de desempeñar su papel como hija de la Resistencia, la Constitución afirma la inviolabilidad de la propiedad privada y defiende la libre empresa. Por lo tanto, defiende a los jefes. Exactamente los mismos que armaron y financiaron al fascismo usándolo como arma contra los trabajadores. Aunque muchos fascistas tengan el descaro de llamarse a sí mismos "anticapitalistas" o "izquierdistas", "olvidan" de dónde vienen, quién los apoyó y quién los apoya ahora.

Cada llamado a defender la Constitución, especialmente si proviene de alguien que dice ser un opositor a este sistema, no es más que un lloriqueo democrático patético. A los que sacan a relucir el sacrificio de los partisanos para legitimarlo, debemos responder, con objetividad y amargura, que fue un sacrificio inútil. Si hoy las corrientes fascistoides (el nacionalismo populista en todas sus expresiones internacionales) no utilizan la agresión física abierta contra el proletariado, es sólo porque hasta ahora la clase trabajadora asalariada está desorientada, confundida, resignada, sufre pasivamente los ataques sociales llevados a cabo por gobiernos de todo tipo, bajo el mandato de la burguesía. Hasta ahora, no hay necesidad de la porra y del asesinato político sistemático, sino de "simples" decretos antihuelga, para alinear a la clase "obrera", porque ya está "en línea", gracias también y no menos a los falsos amigos políticos y a los sindicatos, que se llaman a sí mismos "de izquierda".

¿La Constitución nos ha defendido de los fascistas y sus complots asesinos? No. ¿Ha impedido su regreso? De nada. Y así, por fin, ha llegado el momento de dejar de considerarlo como una Biblia ante la que arrodillarse. Y también es hora de considerar el fascismo y la democracia como dos jugadores de un mismo equipo entrenados por los patrones, que ellos mismos alternan en el campo cada tantos años según su conveniencia, sus necesidades y sobre todo el nivel de la lucha de clases. Por último, es hora de canalizar todas las energías que se gastan en el antifascismo (y desgraciadamente sólo en eso, que no tiene otro contenido serio) hacia una perspectiva anticapitalista de superación de este sucio sistema social.

Un sistema que para sobrevivir debe intensificar la explotación, la pobreza, la devastación ambiental y las guerras, mientras nos enfrentamos a la perspectiva de una guerra generalizada.

Se puede resistir hoy, atacar mañana, resistir de nuevo pasado mañana y seguir así para siempre. Pero si realmente pensamos que podemos resolver el problema de una vez por todas sin llegar a un enfrentamiento con el sistema del que vive el fascismo (es decir, el capitalismo), nos estamos engañando a nosotros mismos. ¡Contra el capitalismo y sus horrores, contra la burguesía y sus sirvientes, cualquiera que sea la ropa que lleven, por un mundo diferente y mejor, por el comunismo!

Partido Comunista Internacionalista (Battaglia Comunista)
Abril 2025
Wednesday, June 11, 2025