La AFL/CIO, ¿un nuevo amigo de los inmigrantes?

Después de apoyar durante muchas décadas la mayor parte de las regulaciones y acciones represivas del gobierno de los EU contra la inmigración, el consejo ejecutivo de la federación de sindicatos AFL/CIO está aparentemente dando un giro de 180 grados y ahora supuestamente sostendría la "inmigración legal controlada" (regulated legal inmigration), una amnistía para los trabajadores indocumentados al interior de las fronteras de los EU y, adicionalmente, llamaría a no ampliar la cooperación con las cacerías regulares y otras acciones adversas a los inmigrantes efectuadas por parte de las oficinas de Inmigración y Naturalización (La Migra) de los EU.

Si las nuevas posiciones de la AFL son sinceras, esto podría significar un cambio de página. La federación ahora asevera:

la AFL/CIO está orgullosamente de pie al lado de los trabajadores inmigrantes.

¿Es la AFL sincera al echar por la borda su veterana y masiva artillería política chovinista y anti-inmigración? ¿Cómo puede este cambio adecuarse a las presentes necesidades de los patronos y los gobernantes de los EU, a quienes la AFL es tan leal? ¿Cuál es el historial que deja su recorrido?

Es casi generalmente sabido que por décadas la postura de la AFL/CIO acerca del fenómeno de la inmigración estuvo a tono con la de algunas de las fuerzas más racistas y ultranacionalistas de nuestros gobernantes capitalistas. De ello hace parte la vieja mentira de que "los ilegales usurpan los puestos de los trabajadores americanos, aceptando salarios bajos y deteriorando las condiciones laborales". Y aquella otra mentira complementaria de que los "inmigrantes extranjeros" son usados por compañías rompe-huelgas y debilitan la actividad de organización sindical de la AFL. Además, la AFL secunda las reaccionarias normativas emanadas de las legislaturas estatales y del Congreso. Obviamente, es la AFL misma la que estuvo fabricando los ataques, imitando la máxima de los patronos de 'divide y miente para reinar'. ¿Cómo pudo plantear su lucha con esta reaccionaria palabrería si realmente deseaba construir la unidad y el combate de los trabajadores contra los ataques de los opulentos? Pero la AFL-CIO es básicamente una gran organización mercantilizadora del trabajo que respalda el sistema asalariado y la dominación del capital.

De buena fe las organizaciones de los trabajadores dan a conocer la pobreza, la desocupación y el chovinismo anti-inmigrante como el producto de la dominación de las relaciones sociales capitalistas, la esclavitud salarial, el gobierno de clase y la producción no para satisfacer las necesidades humanas, sino en función de las ventas y ganancias.

La AFL, en su larga historia de hostilidad contra los trabajadores indocumentados, actuó principalmente por sus intereses como negociadora del precio de la mercancía fuerza de trabajo. En el pasado, la AFL consideró a los trabajadores indocumentados poco más o menos como leprosos. Este punto de vista tuvo como campo más fértil y provechoso para su organización las industrias donde no había un número significativo de trabajadores inmigrantes. Pero en los pasados 20 años tuvo lugar un gran cambio en la economía capitalista mundial. Se registraron innumerables privatizaciones de las industrias, quedaron fuera de juego los pequeños establecimientos no unidos y todo el espacio fue copado por grandes firmas previamente asociadas. Ahora hay una vasta globalización de la producción capitalista y los movimientos de las grandes compañías se orientan hacia capitales y estados capitalistas en otros países donde los costos de la fuerza de trabajo son mucho más bajos, las materias primas más cercanas y disponibles al saqueo y los trabajadores son controlados incluso en condiciones de mayor esclavitud que en los "libres" USA.

Los sindicatos han invocado la indigencia de los patronos y han propiciado muchos arreglos con concesiones deteriorantes frente a las narices de sus propios miembros. Al aceptar concesiones que mantienen un estipendio base y ganancias competitivas para las empresas, cuentan con dirigir a muchos obreros a la desmoralización en lo concerniente a la lucha por la liberación de la clase trabajadora. La nueva resolución de la AFL-CIO sobre inmigración evidencia que ella es realmente el nuevo pagador y asegura a los patronos que los inmigrantes serán convertidos en criaturas dóciles y serviciales. Su resolución declara:

trabajadores y empresas deben trabajar conjuntamente para delinear mecanismos cooperativos que permitan a los empleadores obedientes a la ley satisfacer sus legítimas necesidades de nuevos trabajadores de una manera oportuna, sin que se vean comprometidos los derechos y libertades que ya gozan aquí los trabajadores.

También pide a estos últimos mejorar sus niveles de habilidad para que acentúen...

nuestra compartida prosperidad económica.

El Pueblo - Abril del 2000, vol. 110, n. 1

Pero bajo el capitalismo las leyes capitalistas constantemente, cada día, violan tanto la libertad de los trabajadores como su persecución de felicidad. Esto es tan exacto que la idea de que los trabajadores disfrutan "de una prosperidad económica compartida" con sus explotadores resulta una gran tontería. Los empleadores capitalistas roban a los trabajadores cerca del 80% de la riqueza creada solamente por su fuerza de trabajo.

Nuestros ricos gobernantes también aspiran a usar nuevos trabajadores inmigrantes "legales" como carne de cañón para ser tiranizada y conscripta dentro de las fuerzas armadas patronales a fin de defender y expandir los mercados capitalistas EU, las materias primas de los monopolios y las compañías de negocios en otros países. El enrolamiento militar es ahora bajo. Pero la AFL-CIO es, en realidad, un sargento superior de reclutamiento que sostiene el militarismo patronal y está muy feliz de desempeñar el servicio de indoctrinar a los trabajadores acerca de ser leales al dominio de los patronos "democráticos" y disponer de un "servicio" militar realizado para el Estado, es decir, para la clase gobernante.

Los trabajadores - inmigrantes y no inmigrantes - necesitan por igual organización industrial y política, pero no órganos basados en la colaboración de clases como la AFL. Nosotros necesitamos construir nuevos grupos obreros y otros órganos de masas para la lucha contra la esclavitud salarial y la explotación. Los mismos pueden ser construidos desde abajo por los trabajadores, pero tendremos que ir adelante contra los sindicatos, oponiéndonos a los trucos mentirosos tanto del partido Demócrata como del Republicano.

Internationalist Notes and LA Workers' Voice - June 7, 2000