¡¡No al nacionalismo!! ¡¡No a la guerra!!

Estancamiento económico

Por primera vez desde 2008, el FMI habla del crecimiento económico global, pero esta «recuperación» está, una vez más, basada en el endeudamiento. Es la deuda la que engrasa ahora las ruedas del sistema. Se supuso que la deuda se reduciría vía infación y crecimiento económico. Pero, con una baja tasa de ganancia, la inversion ha sido débil, y las políticas de austeridad no han hecho mas que empeorar las cosas. Vivimos en un mundo de fantasía en el que la producción futura puede hipotecarse hasta elinfinito. El próximo colapso financiero no solo es inevitable sino que no está lejos.

Esta crisis económica proviene de principios de los años 70 y desde entonces los trabajadores lahemos estado pagando. A partir de 1979, la participación de los salarios en el PIB ha seguido cayendo debido a la marcha de empleos hacia economías de bajos salarios. Hoy la riqueza del mundo descansa en gran parte en las manos de unos cuantos individuos. Sólo una revolución proletaria puede sacar a la Humanidad de este callejón sin salida.

El fracaso político de la clase dominante

El fracaso económico se está traduciendo en inestabilidad política. El neoliberalismo (que nostrajo el hundimiento financiero 2007-8) y el keynesianismo (que ahora no puede financiar suestado del bienestar) no han podido solucionar los infortunios del mundo. Los viejos partidos de gobierno pierden sus fundamentos y su credibilidad. Miremos donde miremos, sea al completo fracaso de estados (como en Siria o Sudán del Sur), al Breiit, a la elección de Trump, la parálisis política o la subida de la eitrema derecha, la agitación y la confusión política aumentan.

El ascenso de los populistas toma formas diferentes. El populismo de izquierdas de Podemos, Syriza, Corbyn, Sanders... muestra de hecho que acepta el sistema canalizando la cólera de los trabajadores desde la calle a las urnas. Caerá y decepcionará a la clase trabajadora.

El populismo de derechas es más peligroso, ya que se basa en la política del miedo. Su mensaje nacionalista se basa en el odio: ¿el nivel de vida baja? Es la culpa de judíos, musulmanes o emigrantes (por mucho que sean víctimas de guerras llevadas a África por las grandes potencias capitalistas). La xenofobia empuja el mundo por un camino peligroso. Las crisis económicas exacerban las tensiones imperialistas: las guerras comerciales han sido las precursoras de las guerras «de verdad». La larga agonía de esta crisis económica apunta hacia el mismo resultado.

La alternativa

La única fuerza que puede detener el desastre es la clase obrera internacional, que comprende a la mayoría de la población mundial. Aunque nos hayan obligado a retroceder durante décadas, sufriendo el paro, «reformas» con peores niveles de vida, la reconversión industrial y nuevos métodos de explotación, los trabajadores seguimos siendo esenciales para el sistema capitalista,tanto durante la guerra como en la paz.

Después de la desorientación de los años 80 y 90, la clase obrera quizás esté comenzado reencontrarse consigo misma, comenzando una nueva recomposición como clase, rechazando aceptar sin más cualquiera de las viejas imposiciones. Por el momento se trata solo de señales dispersas que tienen que desarrollar una perspectiva política y organizativa. Las luchas contra la explotación, la opresión y el racismo sólo pueden ser el punto de partida para la construcción de una alternativa. Las huelgas, las ocupaciones y las protestas pueden crear confianza, proporcionar experiencia y arrancar concesiones por parte de la patronal, pero si queremos evitar comenzar otra vez de cero, son necesarios un partido y un programa: «toda lucha de clases es una lucha política» (Marx).

La clase obrera necesita sus propios instrumentos organizativos para centralizar sus luchas en el territorio, una función históricamente realizada por los comités y asambleas de trabajadores, pero también necesita a un partido internacional e internacionalista que proporcione una vision política a largo plazo y que guíe conscientemente la lucha de clases en una dirección comunista. El Partido no es un gobierno a la espera como los partidos burgueses. Es un arma política que emerge del antagonismo de clase irreconciliableentre patrones y trabajadores y proviene de la propia lucha de clases para unir y guiar el movimiento hacia nuestra emancipación. Es a este partido, del que nos esforzamos por ser parte en los hechos, el que sirve para luchar por un mundo sin clases ni estados, sin explotación o fronteras, sin hambre ni guerras, en el que la libertad de cada uno ha de ser la condición para la libertad de todos.

1 Mayo 2018

Tendencia Comunista Internacionalista

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Tuesday, May 1, 2018