Víctima de los jefes, víctima del capitalismo

18 de junio de 2021. En el almacén de Lidl en Biandrate cerca de Novara, Italia durante la huelga nacional por mejores condiciones de trabajo en curso en la sede de Lidl, con el apoyo de SiCobas, un compañero de trabajo y coordinador de SiCobas Novara, Adil Belakhdim, italiano de origen marroquí, fue atropellado por un camión en un intento temerario y criminal por parte del conductor de romper el piquete. El hombre de 37 años deja esposa y dos hijos, de 4 y 6 años.

Los jefes pueden esconderse detrás de la táctica clásica de culpar al conductor, pero este episodio marca un límite y cruza una nueva línea en las luchas por venir. El listón de la represión se eleva cada vez más a favor de los patrones, incluso mientras se lavan las manos de cualquier complicidad. Este es el último de una larga lista de ataques físicos, ya sea por parte de matones contratados por los patrones, o por los mismos patrones, invariablemente bajo la bandera de una política contra la clase obrera apoyada y tolerada por el estado.

Este episodio es una prueba de nervios para los trabajadores que se ven obligados a tomar medidas reales en un intento por lograr un nivel de vida digno para ellos y sus familias. Este deterioro de las condiciones de vida y de trabajo está agobiando a toda la clase trabajadora, pero hasta ahora ha recibido muy pocas respuestas, casi todas provenientes del sector logístico.

Esta víctima de los intereses capitalistas proviene de un sector donde la explotación a menudo excede cualquier límite tolerable. En este sector proliferan las horas extraordinarias obligatorias, el trabajo no declarado y la contratación ilegal. A pesar de las reglas banales de la legislación burguesa, es una verdadera tierra de nadie, donde las mejoras obtenidas (donde se han obtenido) pronto se revierten en el curso de un intenso conflicto. Es un cuadro que refleja el futuro, que en verdad ya está aquí, de lo que deparan las condiciones de vida y de trabajo de toda la clase obrera, sin distinción de raza o nación.

No hay escapatoria. Los "derechos" que algunos quieren proteger son ahora fachadas vacías e ilusorias. Son meras formalidades que no llevan a ninguna parte. Aunque las reivindicaciones salariales son el punto de partida indispensable, la lucha de clases ya no puede limitarse a ellos. Debemos dar el salto cualitativo hacia perspectivas abiertamente políticas: las demandas de una clase que debe tomar las riendas de su propio destino, arrebatárselas de las manos de la burguesía, para convertirse en una clase por sí misma. Más que nunca, es necesario construir y desarrollar el órgano indispensable de la lucha de clases: el partido internacional e internacionalista de la revolución comunista, para vengar algún día a los compañeros que, como Adil, han caído directa o indirectamente por culpa de los jefes.

GK

19 de junio de 2021

Saturday, July 3, 2021