La clase obrera en la fase actual y su perspectiva

Proyecto de Tesis del Buró Internacional para el Proletariado Revolucionario - De Prometeo, diciembre 2003

La larga resistencia del capital occidental frente a la crisis del ciclo de acumulación (o bien, frente a la actualización de la tendencia a la caída tendencial de la tasa de ganancia) ha evitado hasta ahora el colapso vertical que golpeó en cambio al capitalismo de Estado del imperio soviético. Esta resistencia ha sido posible por cuatro factores fundamentales:

  1. La sofisticación de los controles financieros a nivel internacional;
  2. Una profundísima reestructuración del aparato productivo que ha permitido un aumento vertiginoso de la productividad (superior - al menos en el primer período - al crecimiento de la composición orgánica de capital);
  3. la consecuente demolición de la composición de clase precedente, con la desaparición de funciones y roles ahora superados y la aparición de nuevas tareas, nuevos roles y nuevas figuras proletarias;
  4. la compresión de la masa salarial (constituida por el salario directo e indirecto).

Las presentes tesis inician tratando el tercer y cuarto factor.

Tesi 1

La reestructuración del aparato productivo acontece en coincidencia con la que podemos definir como la tercera revolución industrial experimentada por el capitalismo.

Definimos revolución industrial del capitalismo como la introducción de nuevas tecnologías, industrias y organizaciones del trabajo que modifican tanto la forma, la composición y el aparato técnico del sector industrial, así como la composición de la clase obrera, sus figuras clave y las formas de su trabajo. En este sentido, reconocemos como primera revolución industrial a la introducción de la máquina de vapor en la manufactura ya existente; ésta coincide con la que comúnmente se conoce como la Revolución Industrial a caballo entre el siglo XVIII y XIX.

La segunda revolución industrial fue marcada por la introducción del motor eléctrico y por el nacimiento del automóvil, así como por la explosión del medio de transporte individual; esto conllevó el surgimiento de sectores industriales completamente nuevos como el del petróleo, del neumático, de la infraestructura carretera y la reorganización del trabajo según el método conocido como fordista. La tercera revolución industrial está marcada por el microprocesador.

Tesi 2

La introducción del microprocesador ha cambiado el panorama industrial en el siguiente sentido:

  1. ha modificado radicalmente muchos procesos productivos, reestructurando y reduciendo drásticamente las fases de trabajo;
  2. ha hecho posible una extrema flexibilidad de la producción;
  3. ha permitido el desmembramiento de empresas enteras en empresas “monofase”, localizables en diversos puntos de todo el planeta;
  4. ha reducido drásticamente el empleo de trabajo vivo y también la dimensión numérica de las empresas;
  5. ha hecho desaparecer tareas y especializaciones del trabajo, creando al mismo tiempo otras nuevas;
  6. ha modificado las jerarquías mismas del trabajo, separando la uniforme función ejecutiva de servicio a las máquinas por las funciones “superiores” de control de las mismas, haciendo del todo obsoleta la anterior organización fordista del trabajo.

En conjunto, se ha verificado, por tanto, la desaparición de las grandes concentraciones industriales, con la excepción de algunos sectores “tradicionales” como el del automóvil, la petroquímica y los astilleros. La supervivencia de algunas grandes concentraciones industriales en las metrópolis no desmiente la tendencia de fondo de la producción capitalista a la fragmentación del proceso productivo y, por consiguiente, de la unidad productiva misma.

Al mismo tiempo, procesos de trabajo completos de la producción de mercancías son eliminados haciendo desaparecer una parte consistente de las mismas mercancías. Un ejemplo evidente para todos es el relativo a los procesos de impresión y de reproducción. Nada más en las operaciones de pre-edición han desaparecido al menos cuatro figuras profesionales (el linotipista, el impresor, el tipógrafo y el cromista) sustituidos por un solo operador de computadora.

En lo que respecta a la reproducción, todos recordamos los gloriosos ciclostilos para los volantes y los folletos, con las correspondientes tipos mecanografiados o dactilográficos, los pegotes de correcciones, las cintas de recambio, las tintas, todo sustituido por la fotocopia o la veloz máquina de reproducción completamente automatizada a partir del simple original.

En ambos casos - y en una infinidad de otros ejemplos posibles - han desaparecido los objetos y los instrumentos (mercancías) y han desaparecido las funciones o profesiones.

En el caso de las mercancías, la desaparición de muchas de éstas ha sido correspondida con el nacimiento de otras pocas, en ocasiones inmateriales.

Se ha constatado la desaparición de muchas de las funciones) típicas de la fase anterior, así como un gran achatamiento de las funciones ejecutivas, trayendo como resultado que se asemejen cada vez más entre sí, independientemente del sector laboral. No hay de hecho una gran diferencia entre las tareas de los encargados en las máquinas de tejido y los encargados de los robots de trabajo mecánico.

Según el parloteo de la burguesía y de sus más tontos periodistas sobre las nuevas profesiones, está la realidad de un sustancial empobrecimiento de las funciones de todos los niveles ejecutivos y de casi todos los niveles “administrativos”.

Tesi 3

La reestructuración de las plantas fabriles representó el primer resultado concreto de la revolución del microprocesador. Por sí misma no bastaba para contrarrestar con una cierta eficacia la caída de la tasa de ganancia verificada entre finales de los sesenta y principios de los setenta. Siguió rápidamente la modificación de la organización del trabajo, coherente con las diversas jerarquías y las diversas funciones implicadas en los nuevos procesos de trabajo sobre los nuevos instrumentos de trabajo. No obstante, esto tampoco ha sido suficiente para contrarrestar eficazmente la caída de la tasa de ganancia, esto es, para volver a la tasa media de ganancia a los niveles precedentes a 1970. De aquí la tercera fase de la política de combate a la crisis, que consiste esencialmente en el ataque directo al salario.

La política denominada neo-liberal, lanzada por la burguesía en sustitución del keynesianismo y de la gestión directa de la producción por parte del Estado - ambas consideradas por la burguesía como responsables de la crisis y de la caída de sus tasas de ganancia - conlleva un ataque al salario indirecto, en donde existe, erogado en forma de pensiones, educación y sanidad y un ataque al salario directo, en todas partes, de manera tal de configurar un retorno al manchesterismo (sustancialmente un aumento del plusvalor absoluto, dado que ya no es suficiente la recuperación del plusvalor relativo). Este es quizá uno de los aspectos más significativos de la gravedad de la presente crisis del ciclo de acumulación. Y es lo que ha influido fuertemente en el abatimiento del salario en su conjunto V, del cual nos ocuparemos más adelante.

Tesi 4

El distinto panorama industrial y la transformada composición y forma del proletariado, fue acompañada por la implosión del bloque soviético, que en las décadas de la contrarrevolución había representado para millones de proletarios en el mundo - con excepción quizá de los proletarios de estos países - el punto de referencia para una alternativa al capitalismo. Esto se ha traducido en una desilusión y un desaliento de alcance histórico para la clase obrera mundial que, alimentada por la potente campaña ideológica de la burguesía, ha contribuido en mucho a la postración de la clase misma.

La quiebra de la experiencia soviética del capitalismo de Estado, disfrazado de socialismo, se expresó en el plano político en el abandono de parte de todos los partidos “comunistas” de las metrópolis, de cualquier referencia de las razones de la lucha de clases y, en muchos casos, del abandono de la clase obrera y de los sectores oprimidos o, por lo menos, inferiores de la sociedad como referentes electorales de los partidos políticos en cuestión. Estos partidos habían desempeñado hasta entonces la doble función de partidos nacionales y de agentes de la política soviética al interior de los estados del bloque contrario. En tanto partidos nacionales y en base a la política de sometimiento de la clase obrera a los intereses del “socialismo real”, habían desempeñado el rol de mediadores de los intereses proletarios inmediatos al interior de las democracias occidentales, en coherencia con el rol clásico de la socialdemocracia. La quiebra del “socialismo real” le ha acarreado el mantenimiento del rol, sí, de partidos nacionales, pero el abandono de la clase que era objeto de la mediación democrática con la consecuente búsqueda de una identidad alternativa. El éxito o fracaso de esta búsqueda considera ahora solamente la escena política de la burguesía.

El hecho es que la clase obrera se encuentra hoy privada también de los instrumentos de la mediación política al interior de las instituciones políticas y, por tanto, completamente abandonada a los ataques siempre más violentos del capital.

Tesi 5

Entre las medidas anticrisis puestas en operación por la burguesía, y hechas posibles por la sustancial pasividad de la clase obrera, está la disminución del capital variable en su conjunto, constituido por el total de salarios directos e indirectos correspondientes a la clase obrera - a cambio de un aumento de la productividad.

La disminución de v (capital variable) se ha verificado por la acción directa de las empresas no sólo mediante el mantenimiento a través de los años del mismo valor nominal de los salarios individuales, sino disminuyendo el número de asalariados empleados. Esto ha conducido, de frente a la inflación, a una pérdida sustancial del poder adquisitivo de los salarios, o bien a una valorización del salario directo. A esta acción se suma aquella “indirecta” del Estado que ha consentido, por medio de varias medidas sólo aparentemente secundarias, el recorte o la eliminación de las contribuciones empresariales a los servicios del denominado welfare (sanidad y seguridad social), los cuales son una carga económica para la estructura fiscal y, por lo tanto, han sido eliminados inmediatamente.

Cada Estado tiene sus propias modalidades para la regulación de las relaciones entre contribuciones empresariales (salario indirecto) y fiscalidad general en la gestión de los servicios sociales, y sus modalidades propias también en la oferta de estos servicios.

En términos muy generales podemos decir que en algunas metrópolis (en los EUA, por ejemplo) la cuota del salario indirecto es mínima, si no es que ausente, y los rubros de la canasta salarial relacionados con la salud y seguridad social están incluidos en el salario directo, del que deberán pagarse tanto los fondos de pensión como el seguro de salud. En estas situaciones el Estado interviene (o intervenía) sólo para asistir a los estratos más desprotegidos del proletariado y los sectores del lumpenproletariado y marginados que no podían acceder al paraíso del seguro privado, proveyendo un mínimo de asistencia médica y... alimentos. Entonces, aquí el recorte del welfare ha actuado sobre la base de la necesidad de transferir aquella cuota del gasto público de la asistencia a los pobres a la asistencia a las empresas capitalistas. En sustancia se trata de una consistente transferencia de dinero de los pobres a los ricos.

En aquellas metrópolis (como las europeas) - donde la dinámica completa del capital y de las relaciones entre las clases habían conducido a la separación entre salario directo, erogado en los bolsillos de los proletarios, e indirecto pagado al Estado que organizaba los servicios médicos y previsionales para los trabajadores - el recorte del welfare se ha traducido directamente en un recorte del salario real, mediante el recorte de la parte indirecta y, en sustancia, el recorte (empeoramiento) de los servicios. De aquí, por tanto, que la disminución del capital variable total se ha traducido obviamente en un empeoramiento de las condiciones de vida de las masas proletarias.

Mientras hablan de progreso y de crecimiento económico, en todo el mundo los capitalistas quitan al proletariado lo que hasta hace veinte años era considerado como una como algo adquirido y de cualquier forma normal.

Tesi 6

El impacto de la reestructuración capitalista de las metrópolis sobre la periferia ha implicado la casi desaparición de las industrias locales, que otros pretendieron en ascenso competitivo con las metrópolis, sólo parcialmente compensada por las deslocalizaciones de las empresas metropolitanas, especialmente en aquellos segmentos de la producción de mayor contenido de trabajo vivo.

La instalación de nuevas industrias de propiedad o bajo el control directo de las empresas metropolitanas que usufructúan los bajos salarios de los países periféricos, no compensa nunca los efectos del colapso en la industria local sobre el empleo, por el contrario - como lo muestran diversos indicadores - el aumento de la inversión directa extranjera avanzó al mismo paso que el aumento de la desocupación total o de la industrial, según las diversas modalidades estadísticas. De Argentina a Vietnam, de Rumania a Argelia, el fenómeno, más allá de la importancia de la inversión extranjera, diferente de país a país, es el mismo: aumento de la inversión extranjera, disminución del empleo. (1)

El otro dato importante es la dirección de la inversión externa hacia la actividad de elevado contenido de trabajo vivo. Ya sea que se trate de la producción de calzado y vestido - decididamente “maduros”- o de proyectos de ingeniería o de fragmentos de software, el capital metropolitano se dirige siempre hacia las combinaciones óptimas entre bajo costo del trabajo y eficiencia de la infraestructura. De este modo, los zapateros de la Región Puglia han trasladado gran parte de la producción a Albania, al otro lado del Adriático, IBM y Microsoft se apoyan en el trabajo on-line de ingenieros indios, rigurosamente residentes en India, para la realización de fragmentos importantes de proyectos y software. Es evidente que las nuevas instalaciones industriales de parte de las empresas metropolitanas en los países periféricos (Albania es uno de los ejemplos que sobran), de alto contenido de trabajo vivo, ocurren a menudo en base a la vieja organización fordista del trabajo.

Es innegable el vigoroso desmentido que la dinámica capitalista real da a quienes, desde el campo político proletario, veían en las "liberaciones nacionales" un impulso de alguna forma progresista hacia el desarrollo de una industria y de un mercado nacionales, siguiendo las huellas del desarrollo europeo o norteamericano. La realidad desmiente también la estupidez de quien veía en el crecimiento del PIB en diversos países periféricos, el crecimiento de la competencia frente a las metrópolis tradicionales. En realidad tenemos que el capital metropolitano, que continúa expresándose también a través de la competencia interna, ejerce un dominio incontestado - a no ser, precisamente, por otro capital metropolitano - sobre los países de la periferia, impidiendo de hecho un desarrollo comparable al de las metrópolis mismas. Los denominados “países en vías de desarrollo”, están en realidad en vías de retroceso.

Tesi 7

Tanto en las metrópolis como en las periferias del capitalismo mundial el proletariado ha sufrido las modificaciones objetivas en su composición y la crisis ideológica derivada de la caída del bloque oriental.

Ciertamente son varias las transformaciones materiales: mientras en las metrópolis hemos asistido a los fenómenos citados, en las periferias se ha presenciado un crecimiento de la clase obrera en las formas actuales, acompañada sin embargo por el desclasamiento (lumpenización) de cuotas considerables de la población anteriormente ocupada en la industria y en las actividades tradicionales locales.

Igualmente contrarios han sido y son los efectos de la caída del Muro de Berlín sobre la subjetividad de los explotados. También el comportamiento de los partidos “comunistas” presenta mucha afinidad con la transmigración a la derecha de los mismos partidos que, si no abandonaron del todo el referente de clase como sucede en occidente, están de cualquier manera en la búsqueda de una nueva identidad. Esta búsqueda los conduce frecuentemente a buscar dentro de la historia de sus países la recuperación de ideologías nacionalistas tan fascinantes como reaccionarias.

Tesi 8

La reestructuración del aparato industrial capitalista, bajo la urgencia ocasionada por la crisis del ciclo de acumulación, ha encargado a los sindicatos la tarea imprescindible de gestionar entre la clase obrera las necesidades del capital.

El sindicato - desde siempre un instrumento de mediación entre el capital y el trabajo en relación al precio y las condiciones de venta de la fuerza de trabajo - ha modificado no sólo la sustancia, sino el sentido de la mediación: ya no son más los intereses obreros representados y defendidos frente al capital, sino los intereses del capital defendidos y enmascarados frente a la clase obrera. Esto ha sido así porque - especialmente en el período de la crisis del ciclo de acumulación - debido a que la más simple defensa de los intereses inmediatos de los obreros frente a los ataques del capital pone directamente en cuestión la estabilidad y supervivencia de la relación capitalista.

Lo que las mismas luchas sindicales conquistaron sobre el terreno reformista, esto es, sobre el terreno de la mediación sindical e institucional, en el campo de la salud, de la seguridad social, de la educación, en la fase ascendente del ciclo (décadas de los cincuenta y sesenta y parte de los setenta) es ahora mismo puesto a discusión y, de hecho, retirado con la complicidad y solidaridad sustancial del sindicato.

Tesi 9

El proletariado se encuentra hoy, por tanto, en una dificilísima situación que plantea la necesidad de:

  1. recuperar la conciencia de sí como clase distinta tanto de la burguesía como de una ciudadanía o “sociedad civil” genérica e interclasista, reconociendo su nueva composición;
  2. recuperar la confianza en la fuerza propia - que permanece intacta ya que sigue siendo la única fuente del plusvalor y, por tanto, de las ganancias de los capitalistas;
  3. encontrar nuevas formas de organización para la defensa propia, como momento imprescindible y preparatorio del contraataque revolucionario.

La conciencia de sí como clase es algo diferente de la conciencia de clase completa, aunque es su presupuesto. El auto-reconocimiento de los trabajadores como clase distinta de la burguesía y con intereses contrapuestos a los de la burguesía es el producto, evidentemente no mecánico, de la condición misma en el ámbito de las relaciones de producción, y de los elementos subjetivos que conducen a la lucha colectiva de naturaleza defensiva y/o reivindicativa.

Éste era un dato bien presente en el proletariado de muchas metrópolis hasta todos los años setenta y gran parte de los ochenta. Pero el dato está hoy dramáticamente ausente, se ha venido a menos como consecuencia de los dramáticos acontecimientos en la objetividad del capital en el marco de referencia ideológico citado, y debe ser precisamente recuperado, como condición irrenunciable para la recuperación de la confianza en la propia fuerza.

Años de campaña ideológica burguesa sobre el fin de la lucha de clase, sobre el fin de las clases mismas, en base a la implosión de la URSS, han tenido un efecto profundo que exigirá de tiempo para ser superado. Está claro para los marxistas que la función de las vanguardias comunistas en la recuperación para la clase del sentido de sí y de la fuerza propia es del todo irrelevante.

Es en la materialidad de las relaciones de producción y, más en general de las relaciones sociales, que la clase puede volver a manifestarse como tal, como muestran algunos sobresaltos de lucha de clases que, de manera aislada y episódica, se han manifestado también en la situación actual (Argentina, sobre todo).

Por el contrario, la tarea de la vanguardias revolucionarias es reconocer los momentos de la recuperación para implantar las ideas y el programa de la revolución proletaria, coagulando en torno a sí - sobre la base de estas idea y programa - la fuerza organizada y organizativa capaz de guiar a la clase a la revolución, que es el único instrumento eficaz para la adquisición de la conciencia de clase... completa.

Tesi 10

La distinta distribución de la clase sobre los lugares de trabajo cambia radicalmente y diversifica las formas de la posible aparición de una nueva oleada de luchas. Además de encontrar a los sindicatos como los primeros bastiones contrarrevolucionarios a derrotar y superar, el proletariado no puede contar más que con el empuje de las luchas a partir de las grandes concentraciones industriales, especialmente en las metrópolis capitalistas que puedan extenderse a toda la unidad productiva de un sector o de la producción entera, como siempre ha sucedido en la historia del movimiento obrero. La otra posibilidad restante es que el impulso de la reorganización de la lucha parta de la agregación de fuerzas sobre su base territorial.

Tan real es este hecho que los sindicatos mismos están conscientes y están buscando reorganizar su propia red sobre esta base. Están, por tanto, buscando reforzarse para no perder el control de la masa proletaria y para capturar las nuevas figuras proletarias presentes también fuera de la producción material de fábrica. Ya ha sucedido que nuevas figuras proletarias, como por ejemplo los trabajadores de los call center, se han organizado en redes territoriales fuera de los sindicatos, ausentes, pero han sido inmediatamente retomadas por los sindicatos mismos. Las formas de esta recuperación van desde el intento de integrar estos organismos en la propia estructura organizativa hasta la organización de “estados de agitación” por los cuales los trabajadores son administrados centralmente por los sindicatos mismos. La CGIL italiana ha ya instituido el Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (Sindacato Lavoratori delle Comunicazioni-SLC) que replicó la ya clásica política sindical de la cogestión con las empresas del sector. (4)

Estos eventos son de cualquier modo significativos de una tendencia en curso que se manifestará probablemente también en otras categorías de trabajadores dispersos y en el sector industrial mismo.

Por otra parte, como han demostrado algunos ejemplos recientes de luchas obreras en las concentraciones obreras más o menos grandes tanto en Italia como en Gran Bretaña, los sindicatos se empeñan - como siempre se han empeñado - en dejarlas aisladas donde y como están determinadas.

Dado que en todos los casos y en todas las situaciones, la función del sindicato es de cualquier modo la mediación a favor del capital, es probable - como muestra el ejemplo argentino - que el proletariado en su conjunto encontrará su propia identidad y su propia capacidad de lucha mediante estructuras con características más que administrativas. Es sobre este nuevo terreno que las vanguardias revolucionarias deberán jugar la propia voluntad de radicalización en la clase.

Tesi 11

Afirmamos que los organismos de clase están dados por la clase misma, independientemente de la presencia y operatividad del partido; otra cosa, distinta, son los organismos que el partido se da para intervenir eficazmente en los primeros.

Las asambleas obreras y su coordinación en el agosto polaco de 1980, así como las asambleas argentinas y los comités piqueteros son eventos de la vida de clase en su resurgimiento, que se manifiestan en ausencia de una vanguardia revolucionaria organizada.

En ausencia del partido revolucionario, dichas experiencias se agotan: no pudiendo superar el límite reivindicativo del cual nacieron, quedan atrapadas en las redes de la gestión burguesa y de la mediación más o menos democrática operada por los partidos y sindicatos.

Es de hecho, al interior de estos organismos en los que la clase está dada, en los que partido desarrolla su función, conquistando la dirección política e imprimiendo un impulso más allá de los límites de reinvindicacionismo contra la estructura misma del poder capitalista, lo que los transforma en organismos de poder.

Para la conducción de la batalla política que lleva al partido a la dirección política del movimiento revolucionario de la clase, éste debe darse los instrumentos apropiados.

Tesi 12

Los instrumentos que el movimiento comunista se ha dado en la fase precedente - los grupos de fábrica del partido - para la conducción de la batalla política en el seno de la clase obrera en todas sus manifestaciones de vida colectiva para la propaganda y circulación del programa revolucionario, deben también ser adaptadas a la nueva situación. De aquí la necesidad de los grupos internacionalistas territoriales, sin abandonar obviamente la constitución de los grupos de fábrica donde la situación lo permite.

Definimos genéricamente territoriales aquellos organismos, siempre exquisitamente políticos, que reúnen en torno suyo a los militantes del partido, los simpatizantes y los elementos clasistas de vanguardia provenientes de más puntos de trabajo del territorio o de una categoría/actividad, que comparten la batalla política con esos militantes. Pueden también ser organismos específicamente territoriales o categoriales. Reside, de hecho, en los militantes del partido la capacidad de atraer a su propia línea de conducta política elementos no necesariamente adheridos al partido. No se explica de lo contrario la posibilidad de que una minoría organizada en partido pueda guiar al proletariado a la revolución y a la plena conciencia de clase.

Es evidente que los organismos creados por el partido son también la fuente más prometedora para la formación de nuevos cuadros del partido.

Tesi 13

Caracterizan a los grupos comunistas de fábrica y de territorio:

  • la denuncia de todas las expresiones y tendencias de pseudoizquierda de la ideología burguesa, siempre presentes entre las masas proletarias, contraponiendo las posiciones elaboradas y defendidas por el Partido, confrontadas con la realidad de los sucesos;
  • la clarificación crítica de todos los objetivos de lucha que solamente mediante la conquista revolucionaria del poder político y la supresión del sistema capitalista podrán realizarse;
  • el apoyo a la solidaridad proletaria y a la unificación de las luchas en el campo internacional;
  • la unidad con los proletarios inmigrantes de todos los países, contra la explotación y la desocupación que dominan el mercado mundial de la fuerza de trabajo.

(1) Véanse los datos estadísticos que presentan los sitios oficiales de los respectivos Estados.

(2) Ver p. es. El acuerdo sobre los Call Center de la Wind, fechado el 28 de abril de 2003 (presente en el sitio de CGIL).