La anulación de Roe v Wade es el último golpe en la guerra de la clase capitalista contra la libertad reproductiva de las trabajadoras. Viene ahora debido a la crisis del capitalismo y la marcha global hacia la guerra, en que la clase capitalista estadounidense ve cada vez más a las trabajadoras como máquinas de hacer bebés para crear nuevos trabajadores para explotar y, si es necesario, nueva carne de cañón para usar contra sus rivales imperialistas. Es un intento por parte del capitalismo de reintroducir los llamados valores ‘tradicionales’ para subyugar aún más las trabajadoras en su condición de esclavas asalariadas oprimidas.

Si bien los liberales de la clase dominante intentan presentar el fallo como un ataque contra todas las mujeres, este fallo afecta principalmente a las mujeres de la clase trabajadora, no a las mujeres burguesas. Incluso en el estado con las leyes antiaborto más reaccionarias, una mujer burguesa aún podrá salir del estado y recibir un aborto. Eso no es opción para las proletarias, que luchan para sobrevivir con salarios exiguos y están oprimidas por el aumento de los costos de bienes básicos como la gasolina y los comestibles.

No era una pregunta de si sino cuando la Corte Suprema derrocaría Roe, gracias a un filtrador anónimo. No obstante que pasaron casi dos meses, los Demócratas eligieron hacer nada salvo publicar tweets de falsa solidaridad, vacíos y sin significado, como siempre. ¡El Partido Demócrata está contento de que se haya anulado Roe, porque ahora es otro asunto que pueden usar para engañar a los trabajadores a votar por ellos en noviembre! Y cuando se votan los Demócratas al poder, pueden regresar a su juego usual de hacer nada. Porque al Partido Demócrata no le importa de verdad la lucha por la libertad reproductiva. Solamente les importa gestionar el sistema capitalista que estrangula a la clase obrera, y usar estos asuntos para llegar al poder por medio del engaño.

No podemos permitir que el enojo de las trabajadoras, y de todos los trabajadores, vuelva a canalizarse en la máquina de cooptación del Partido Demócrata. No podemos permitir que hagan ahora lo que hicieron en 2020 con el asesinato racista de George Floyd por parte de la policía. Nuestra lucha no está solamente contra los Republicanos, o contra una sección del gobierno. ¡Nuestra lucha está contra todos los partidos de la clase dominante, todos los partidos que sostienen este sistema capitalista sexista que vive gracias al trabajo explotado y las vidas oprimidas de las proletarias por todo el mundo! ¡Nuestra clase global, de hombres, mujeres, y proletarios de todos los géneros e identificaciones sexuales, tiene que comenzar una lucha organizada y de principios contra estos parásitos que viven por las vidas y el trabajo de las proletarias!

¡Luchen en el lugar de trabajo y las calles, no en la urna electoral! *¡GOLPEEN al sistema capitalista sexista donde se hiere lo más, sus ganancias! ¡Sin el trabajo explotado y sin pago de las trabajadoras, se pararía el sistema!*

¡Más allá que solamente parar el sistema, hay que derrocarlo, y tomar el poder en manos de todos los trabajadores para poner fin a esta pesadilla de la opresión de las trabajadoras! Solamente en un mundo en que se derrocó al capitalismo, podrán las trabajadoras vivir sin miedo de ser robadas de la libertad más básica de todas, la libertad de sus propios cuerpos. La clase trabajadora de todos los géneros debe luchar juntos contra la clase dominante, yendo al ofensivo con el intento de tomar el poder por ella misma y aplastando el estado capitalista globalmente. Es para los trabajadores más conscientes de clase crear una organización política revolucionaria internacional para proveer el liderazgo a la clase entera.

El Grupo Obrero Internacionalista es el afiliado estadounidense de la Tendencia Comunista Internacionalista, una organización política revolucionaria de la clase obrera que se dedica a la construcción del futuro partido de la clase obrera y el derrocamiento del capitalismo por un sistema global de consejos obreros.