Teses sobre la Organización

  1. Los instrumentos indispensables para la liberación de la clase obrera son sus organizaciones de clase y su minoría revolucionaria o Partido.
  2. Las organizaciones de clase son las fundaciones de la nueva sociedad comunista, y, durante sus etapas iniciales, su estado. Estas organizaciones emergerán de la lucha contra el capitalismo. Los comités de huelga se unirán para hacerse coordinadores más amplios de acción, (y incluirán elementos geográficos tales como los comités locales de barrio). Al final se harán cuerpos de toda la clase (tales como o semajantes a los consejos creados durante la ola revolucionaria de la primera guerra mundial) opuestos a todos los orgános del estado capitalista existente. Se opondrán al principio capitalista de representación parlamentaria (donde un diputado puede ser elegido pero después puede ignorar la voluntad de ellos que le elegieron durante 5 años). Además el Parlamento es solamente un disfraz que esconde la dominación de la clase capitalista que se ejerce por medio de otros orgános estatales. En lugar de la democracia falsa burguésa, tendremos una participación verdadera de la clase obrera por medio del principio proletario de la delegación (donde los delegados se confieren por mandado y se puede revocar su mandado si fallan). La lucha de clases durante el período revolucionario se tratará de una confrontación entre los dos principios y cuerpos. Si la clase obrera prevalece sus cuerpos asumirán las funciones de expresar la voluntad de la clase obrera y, a la vez, la supresión de la clase burguésa existente. Esta es la tarea principal del semi-estado proletario. Mientras que funcione la burguesía, no podemos hablar sobre “el estado que se marchita”.
  3. Aunque la creación de estos cuerpos de clase significa una crisis del orden burgués, no quiere decir automáticamente que la clase obrera ha reconocido los pasos que tiene que tomar para llegar al comunismo. A diferencia de la burguesía que solamente tuvo que pelear contra el feudalismo y la señoría por un cuadro legal para su modo nuevo de producción, su sistema nuevo de derechos de propiedad, la clase obrera no tiene propiedad para defender. Por eso el proletariado es una clase verdaderamente radical. Su emancipación tiene que acabar con todas las relaciones de propiedad. El problema aquí es que esto solamente puede realizarse por un proletariado conciente de su tarea histórica. Esta auto-conciencia se expresa por el programa comunista. El programa es el producto de la historia de las luchas de la clase obrera en contra del capitalismo. La tarea de elaborar este programa toca a los elementos de la clase obrera que ya reconocen que no basta exigir condiciones mejores del capitalismo sino que tenemos que destruirlo en el interes de su propia clase y en el interés de la humanidad. Estas minorías comunistas son los precursores del Partido Mundial del Proletariado.
  4. El legado de la contra-revolución después de la primera guerra mundial en Europa (y sobre todo en en la Unión Soviética) ha sido el intento de deshonrar cualquier idea de una vanguardia proletaria. El derecho capitalista empezó la calumnia que la Revolución Bolshevique era un golpe de estado llevado a cabo por la flor y nata de revolucionarios de la clase media que odiaron a los obreros. Pronto recibió el apoyo de anarquistas y otros libertarios cuya crítica se intensificó con el declive de la revolución después de 1921. Según este punto de vista la Revolución Rusa fue la obra de un sólo hombre, Lenin. Un momento de pensamiento basta por deshacerse de esta caricatura. El hecho de que la Revolución empezó como respuesta al intento por parte del Gobierno Provisional de tomar el Puente Liteiny sobre el Río Neva para impedir que los obreros protesten en el cento de Petrograd, que Lenin instó que los Bolsheviques actuen despúes de que la situación les había forzado a actuar y que el derrumbamiento del gobierno había occurido sin derramamiento de sangre, refuta esta imagen de una clase obrera puramente pasiva manipulada por los Bolsheviques astutos. El hecho de que el 80% de los obreros de Petrograd y Moscú había votado delegados Bolsheviques para los Sovietes refuta aún más el intento capitalista de desacreditar la naturaleza proletaria de Octubre 1917.
  5. La Revolución de Octubre fue una revolución proletaria. La premisa entera de aquella Revolución fue que representó el primer paso hacia la Revolución mundial. Surgío de la guerra imperialista y no es coincidencia que el único Partido Comunista importante con una posición derrotista revolucionaria sobre la guerra se encontró en Rusia. El Partido Bolshevique fue el único partido de la clase obrera que fue claro sobre la necesidad de transformar la guerra imperialista en guerra civil. La Revolución fue el producto de los orgános de toda la clase (los Sovietes), y un Partido de clase arraigado profundamente dentro la clase obrera revolucionaria. Los mismos Sovietes no fueron revolucionarios al principio, aún menos comunistas, pero mientras que la crisis se hacía cada vez más intensa, los Bolsheviques, porque ya fueron arraigados dentro de la clase obrera, poco a poco ganaron más delegados. No se trató solamente de “¡Todo el Poder a los Sovietes!” sino también de cuál programa político dominarían en los sovietes. Fue el Partido Bolshevique que llevó el programa de clase revolucionario y sus miembros incluyeron los obreros con la más alta conciencia de clase.
  6. Esto no quiere decir que la clase obrera Rusa no tuvo errores. Al fin de cuentas había ido adonde ninunos otros obreros jamás habían ido. No había manual para informarles como hacer funcionar la dictadura proletaria ni cuales fueron las relaciones entre sus componentes. En 1917 y 1918 pocas personas preguntaron sobre estos errores porque la revolución avanzaba, y parecía inmente la revolución mundial. El programa comunista de hoy en día incluye las lecciones de aquella experiencia. En primer lugar la relación entre el Partido y la clase no se había clarificado. Bajo la Democracia Social el punto de vista prevaleciente había sido que los obreros votaría por el Partido Socialista y al ser elegido el Partido tomaría las medidas necesarias para crear el socialismo. Sin embargo los mismos Bolsheviques habían tomado medidas que impedieron que cada vez más obreros se involucrasen en el proceso de transformación. En primer lugar, pusieron el Comité Ejecutivo del Congreso de Sovietes de toda Rusia bajo un nuevo cuerpo gubernamental (llamado el Consejo de las Comisarias del Pueblo, que suena revolucionario pero en realidad fue un gabinete de ministros semajante a ello del sistema parlamentaria). Esto ya refutó el pricipio proletario de delegación de la democracia Soviética. También alza varios temas sobre las relaciones en el futuro entre la clase obrera en general, y el partido político. Examinemos cada uno de ellos.
  7. El primero es el legado de Stalinismo y Trotskyismo. Ambas corrientes son una consecuencia de la derrota de la revolución, una derrota causada por la isolación de los obreros rusos, y la muerte de 3 millones de la flor y nata de la clase obrera durante la así llamada Guerra Civil (que en realidad fue una guerra de clases en contra de catorce poderes imperialistas) quiso decir la derrota de la revolución. NPE, la tragedía de Kronstadt, la reasunción de comercio y las relaciones con el extranjero, todos facilitaron el camino para la victoria final de “socialismo en un solo país” Esto acompañó el declive de la Internacional Comunista. De ser el primer cuerpo para anunciar que su único objetivo fue la destrucción del capitalismo, se hizo el instrumento dócil de un Estado Soviético en busca de ganar de nuevo su lugar en el “concierto de naciones” Los que apoyaron a Trotsky y Stalin, al fin de cuentas, defendieron el capitalismo estatal. Mientras que los Stalinistas pudieron decir que la URSS fue “el socialismo real y existente” los Trotskyistas nunca pudieron decidir y optaron por la fórmula del “Estado obrero degenerado”. Esta les permitió pretender que el modo de producción básico fue socialista mientras que criticaban los horrores póliticos del Stalinismo. Ambos Stalin y Trotsky, en su lucha por el poder reforzaron la idea burguesa que la Revolución de Octubre había sido un golpe de estado bien planificado, todo debido al genio de Lenin y ellos mismos. Así es que han jugado su papel en la borradura de la naturaleza revolucionaria de la Revolución de Octubre. Su punto de vista del Partido como un liderazgo que guía una clase ciega es una distorción repugnante de sus relaciones verdaderas con la revolución proletaria.
  8. Esta visión del partido también fue aceptada por los consejistas. Tuvieron sus raices más importantes en la Izquierda Alemana, al principio alrededor de Otto Ruhle. Ruhle rechazó la naturaleza proletaria de la Revolución de Octubre aún antes de 1920. Según él, el problema había sido que la Revolución había estado madurando pero los Bolsheviques habían usurpado el papel de la clase obrera y se había substituído por ella. De unas maneras, el punto de vista consejista es una reflexión del punto de vista Stalinista. Ambos dicen que el Partido tuvo control total de todo, pero mientras que los Stalinistas dicen que esto fue algo bueno, los consejistas dijeron que fue la causa verdadera de la contra-revolución. De esta manera, expresan sin querer la idea que el proletariado no es capaz de alcanzar la revolución comunista. Si los obreros fueron nada más que las víctimas de engaño de los Bolsheviques y que la Revolución de Octubre fue otra revolución burguesa, tenemos ningún ejemplo de una revolución proletaria exitosa en la historia. Esto es una conclusión muy conveniente para la burguesía también. También demuestra que los consejistas y los libertarios no tienen ningún idea del proceso por lo cúal el proletariado alcanza la conciencia. La masa del proletariado se hará comunista en un “movimiento práctico”, quiere decir, en el proceso de la misma revolución. Pero antes de la revolución, solamente una minoría de la clase será comunista y esta minoría agitará por el derribo del capitalismo. No puede pasar de otra manera. La minoría de la clase dará dirección política a los demás del proletariado hasta que ocurra la revolución. El único alternativo es la ideología calmante de la espontaneidad que reduciría el papel de los revolucionarios a nada - otra revelación tranquilizante para la burguesía.
  9. El Partido tiene que ser parte de la clase. No cae de Marte ni se comporta como un orden religioso que lleva los preceptos correctos que serán revelados si son muy buenos los obreros. El Partido se crea dentro de la clase por medio de compartir sus luchas diarias. Hoy en día el movimiento comunista se hace de obreros asalariados. No tenemos revolucionarios profesionales ni intelectuales como la Democracia Social. Pero esto no nos asegura un base ancho dentro de la clase obrera. Esto solamente puede establecerse bajo dos condiciones. Una de éstas es es que la clase misma mueve en masa de un estado de desmoralización a una cólera cada vez más conciente. La segunda es que los miembros del Partido trabajan dondequiera que se encuentren para luchar en contra de todas las influencias capitalistas (incluyendo la Izquierda y los sindicatos). Quiere decir trabajando por medio de sus palabras y acciones para demostrar que sí hay un alternativa comunista al callejón sin salida que enfrenta la humanidad. Después de cada lucha parcial de la clase el Partido siempre busca la manera de mantener la conciencia que se desarrolló y extenderla para que se haga una comprensión política más profunda. Normalmente, se tratatará de una minoría de obreros mientras que se disminuye la lucha, pero el desarrollo y mantenimiento de la conciencia de clase de los militantes individuos es un aspecto crucial de la tarea del Partido de llevar la organización política a la lucha de clases. Atraendo militantes individuos al Partido no quiere decir que así no militan en la lucha de clases más general. Al contrario, esto es la manera principal por medio de que el Partido puede desarrollar una influencia directa en la lucha diaria y hacerse un participante activo en el crecimiento de la conciencia de clase. Ningún otro cuerpo puede emprender esta obra. Comunistas, no confusionistas (los que rodan en la debilidad actual de la clase obrera y confían en la combustión espontánea) harán el comunismo. A menos que el Partido (quiere decir, la expresión colectiva de la conciencia comunista de la clase obrera) llegue a ser una minoría significante antes de que aparezca la situación revolucionaria, es improbable que ésta tenga claridad suficiente para acabar con el capitalismo. El Partido no es el producto del último momento ni es un Partido de masa en el sentido de la Democracia Social anterior. Antes de nada es un Partido de Cadres cometidos a la tarea principal que es introducir las lecciones históricas de las luchas anteriores del proletariado en las confrontaciones de clase actuales. No es el lugar para hacer una carrera ni tiene una burocracia vasta que se perpetúa. Aunque sigue siendo una minoría de la clase, su influencia en las luchas contra el capitalismo sobrepasará por mucho su fuerza númerica existente.
  10. Durante la revolución misma, la relación del Partido a los orgános de lucha de la clase se mantiene por medio del esfuerzo de sus miembros ordinarios de cualquier distrito para hacerse delegados a los comités, consejos etc. que los obreros deciden establecer. Son responsables a los obreros que les eligen y al Partido. Quiere decir que no pueden aceptar ser delegados si no es bajo el programa del Partido. Hay que aclarar esto antes de la clase obrera. El Partido tiene que ganar poder por medio de los cuerpos de toda la clase. En estos cuerpos de tipo consejo, los delegados intentan ganar a otros obreros y delegados confusos al programa del Partido. En este sentido el Partido ejerce su influencia por medio de los consejos. No podemos ver como puede ser de otra manera, puesto que si la clase obrera va a alcanzar el comunismo, lo hará bajo el liderazgo de comunistas ya cometidos. Lo que no haremos es repetir los errores del pasado y identificar el Partido con el estado. El líder del Partido no se hace Presidente de los Sovietes. Reconocemos que no podemos ofrecer garantías formales y organizacionales en contra de la degeneración de la revolución. La revolución solamente puede avanzar bajo la conciencia y participación cada vez más grande de la masa de la clase.
  11. Sin embargo el Partido mundial del futuro es un cuerpo centralizado e internacional. Tiene que ser así para reflejar las lecciones de la historia del proletariado y para representar la esencia de la revolución proletaria - el internacionalismo. Sus miembros dirigentes se sientan el los cuerpos más altos del Partido. No intentan ser elegidos a los consejos de cualquier lugar particular. El Partido no toma control de las riendas del Estado de cualquier nivel territorial. Esto preserva la independencia del Partido Mundial del Proletariado y impide que temporize de alguna manera con la situación de cualquier consejo territorial. Así que si disminuye el número de los delegados de cualquier área no quiere decir que el Partido tiene que adaptarse a esa situación de una manera oportunista para mantener su base. La defensa del programa comunista al nivel global en todas las circunstancias queda la tarea del Partido lo que sea la situación objetiva.
  12. La política del Partido se decide por sus miembros. La operación del Partido se basa en el principal del centralismo democático. Puesto que los Stalinistas cambiaron su sentido para que signifique nada más que el centralismo, hay que restaurarlo a su forma original. Quiere decir que todos los miembros pueden participar en elecciones abiertas a todas las posiciones en el Partido, del nivel local hasta internacional. Como ocurre en los consejos, los delegados llevan las opiniones de miembros individuos a los cuerpos superiores. Todos los cuerpos superiores se eligen por cuerpos inferiores. Las decisiones de cuerpos superiores son valederas para todos los miembros. El derecho de deisensión es inviolable mientras que no disorganiza la unidad de cualquier acción decidida. La disensión solamente puede expresarse en todas las reuniones internas y las publicaciones del Partido. Es inevitable que diferencias aparecerán sobre cualquier tema. Muchas veces, conducirán a la formación de facciones que son una parte natural del desarrollo de la organización. Facciones que se basan en diferencias sobre un tema particular son la sangre vital de una organización comunista. Donde se presentan diferencias sobre varias temas distintos, entonces tenemos una situación de una tendencia separada. Esta es una situación que el Partido tiene que resolver o por la disolución de la tendencia (posiblemente porque la situación cambia) o por la salida de la tendencia para formar una organización distinta. Sin embargo, es evidente que esto implicaría una debilitación de la organización y la lucha por comunismo.
  13. La disciplina interna del Partido no puede mantenerse sencillamente por medio de estatutos ni por medidas policiacas artificiales. Es la responsabilidad de cada comunista individual intentar mantener la unidad política y coherencia de la organización.
    Los comunistas no se separan ligeramente sobre (por ejemplo) temas tácticos. Dondequiera los camaradas perciban que la organización persiga una táctica equivocada, no se trata de separarse sino de seguir la lucha para resolver los temas para alcanzar una claridad mejorada en cuanto al programma comunista.
  14. El Buró Internacional por el Partido Revolucionario no es el Partido. Intenta jugar un papel importante en la formación del Partido Mundial del Proletariado, pero esto no puede ocurrirse solamente por medio de declararlo. Aunque nos vemos como el producto de una sucesión de organizaciones que el proletariado creó, de la Liga Comunista hasta la Tercera Internacional, nuestros origenes específicos se encuentran en la lucha de la Izquierda Italiana contra la degeneración de la Tercera Internacional. La expulsión subsiguiente de la Izquierda Italiana al finales de los años 20 condujo a un período de desarrollo teórico. Al finales de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de las atenciones asesinas de ambos fascistas y Stalinistas nuestros predecesores fundaron, en Italia, el Partido Comunista Internacional que es el animador principal del Buró Internacional. En contra de todos los Marxistas falsos del tipo Trotskyistas, Stalinistas y Maoistas, defendemos lo que creemos ser la esencia revolucionaria del Marxismo - internacionalismo y la abolición del trabajo asalariado.
    Al momento las fuerzas del internacionalismo son demasiado débiles para la creación del cuerpo centralizado e internacional que la revolución proletaria necesita. Hoy en día, nuestras tareas son fundamentalmente tres. Dondequiera sea posible tenemos que intentar envolvernos en la vida de la clase obrera en su totalidad. Esto significa más que simplemente emitir las declaraciones políticas correctas, sino también intentar influir de una manera directa las luchas por medio de una participación con propaganda positiva. También quiere decir que debemos establecer núcleos militantes en cada localidad y tantos talleres como sea posible para demostrar en realidad la validez de la crítica comunista del capitalismo. En segundo lugar tenemos que tratar de extender el número de lectores de la prensa de la Izquierda Comunista entre los obreros del mundo. En tercer lugar, tenemos que animar a los obreros de las mismas regiones para que discutan y debatan entre sí con el perspectivo a lo largo de que estamos ayudándoles a unir sus fuerzas para crear algo más importante que lo que existe hoy.
    Quizás la revolución proletaria no sea inminente pero sus posibilidades de éxito no serán mejores si no empezamos a emprender estas tareas de una manera seria. Durante este proceso, también esperaríamos unir todos ellos que pertenecen al campo proletario, lo que sean las diferencias históricas que nos separan al momento. Intentamos mantener relaciones fraternales hasta que el cambio de las circunstancias históricas de la clase obrera hagan disaparecer las diferencias viejas y abran el camino para una unidad de fuerzas.