USA: ¿circo electoral o lucha de la clase trabajadora?

Ha llegado nuevamente la temporada del circo electoral. Los partidos Republicano y Demócrata se revuelcan en los cientos de millones de dólares que han recibido gracias a las "contribuciones" Corporativas y personales a la campaña (se trata, en realidad, de un soborno masificado!) realizadas por los ricos y emperifollados capitalistas. Por estos tiempos, los buhoneros políticos demopublicanos alcanzan su cenit de mentiras, embaucamiento y comedia. Para representar esta última, han contando el presente año con aproximadamente U$3 mil millones para gastar a escala nacional.

El monopolio corporativo de los mass media dispone de su propia agenda burguesa. Aunque manifiestan diferencias en cuanto a la táctica, mantienen las mismas metas esenciales: la principal es perpetuar el alineamiento de las masas en el terreno de las ideas pro-capitalistas. Con ese propósito presentan el estercolero electoral como la "maravilla de la democracia"; pero al mismo tiempo esconden el hecho de que semejante "democracia" es comprada y pagada por la clase patronal. No hay una democracia de los trabajadores, sino una democracia capitalista, es decir, una democracia para los adinerados.

George W. Bush, Al Gore y sus soportes se ocupan de sobornar y confundir a los trabajadores. Por cada dólar recolectado por el gobierno federal, estatal y local, las masas recuperan 25 centavos en mérito de sus necesarios servicios sociales. La parte del león es entregada a las parasitarias corporaciones en forma de materiales de guerra, gastos y contratos del Pentágono, intereses sobre los préstamos bancarios, investigación de nuevos productos y tecnologías; así, el dinero retorna a las manos de las corporaciones para hacer ganancias, etc. Ralph Nader ha aseverado que este año tan sólo las corporaciones de asistencia cuestan U$275 mil millones.

El Partido Verde (Ralph Nader) y el Partido Reformista (Patrick Buchanan) también están tratando de seducir a los trabajadores para que los respalden en las urnas. Ambos partidos emplean señuelos "populistas" como atrayente político. Sí, ellos denuncian a los demopublicanos por revolcarse en el dinero corporativo. Censuran la conducta anterior, al igual que las agresiones militares de los EU. Condenan abiertamente la pérdida de empleos decentes y la enorme inseguridad social que esto implica para los trabajadores de EU. Pueden incluso crucificar a algunos de los capitalistas más obscenamente ricos. Pero su método recuerda la actitud de quien "anda sobre el agua" y proclama su facultad de hacer milagros humanizando, reformando y gestionando el sistema de la esclavitud asalariada. ¡He aquí una misión imposible!

Lo peor es que Nader y Buchanan (izquierda y derecha respectivamente del populismo americano) están unidos con los aparatos tradeunionistas de la AFL-CIO y promueven el alineamiento de los trabajadores de EU con la bandera del nacionalismo, yendo a la zaga de los patronos en la competencia con sus rivales extranjeros. Culpan demagógicamente a los trabajadores de otros países por la fuga de capital, especialmente de capital productivo, con lo cual pretenden encubrir que la verdadera causa de la migración del capital reside en la búsqueda de beneficios para su propio proceso de acumulación, el cual descansa en todos los capitales nacionales de la economía mundial. Nader y Buchanan reclaman una legislación proteccionista, con altas tarifas, etc., a fin de ayudar a los patronos de EU. Los dos lideran las retaliaciones contra los competidores de EU, lo cual desemboca en el aumento de la fricción política y en guerras comerciales. Éstas últimas, como lo muestra la historia, pueden eventualmente conducir a la emergencia de nuevos bloques hostiles de poder e impeler a los Estados nacionales a un escalamiento de las guerras que hoy libran por encargo de las potencias imperialistas, transformando sus pugnas en barbáricas conflagraciones mundiales en cuyo escenario los mayores poderes, armados hasta los dientes, confrontan directamente a sus rivales. (ver el sitio Internet, wsws.org , acerca de las convenciones del Partido Verde y del Partido Reformista).

Los trabajadores tienen que mantenerse vigilantes y organizarse contra estas tendencias mortíferas del capitalismo. Las distintas facciones políticas burguesas - nacionalistas, izquierda, centro y derecha - podrían encontrar algún día medios para situar a los trabajadores fuera de sus reales intereses de clase y congregarlos directamente alrededor de las banderas patronales. Si esto fallara, podrían intentar justificar, del mismo modo que Medea Benjamin, candidato al senado de los EU por los Verdes, la agresión militar y el saqueo de petróleo, etc., a través de la presencia de las Naciones Unidas (que es la bandera bajo la que se cubren los patronos), otorgando autorizaciones y emitiendo resoluciones favorables al uso de tropas de ocupación. Exactamente esto fue lo que hicieron los Verdes en el parlamento alemán durante la lluvia destructiva lanzada sobre Yugoslavia/Kosovo en 1999. (entrevista de Medea Benjamin por Mary Moore en Adelphia Broadcanting). Tales son la credenciales "pacifistas" del Partido Verde.

Los intereses de los trabajadores son hostiles a los de los patronos. Los trabajadores, efectivamente, pueden organizarse política y económicamente para dar sus propias batallas de clase. Pero la clase dominantes es, ciertamente, astuta y ha sembrado muchos campos minados de tipo político e ideológico a fin de sumir a los trabajadores en un estado de pasividad y división. Mientras permanezcan atomizados y anestesiados y marchen a las urnas a votar por los amos que los dominan, los trabajadores serán impotentes. Sólo organizando los movimientos de nuestra clase desde abajo, con base en una política de enfrentamiento de clase contra clase, podremos desarrollar un poder real en la práctica. Eventualmente, podremos construir un Partido Internacionalista de los Trabajadores que unifique las luchas de la clase alrededor de la metas del poder obrero, de la producción con vistas a dar satisfacción a las necesidades humanas y no con arreglo al imperativo de vender con miras a las ganancias.

Los Angeles Workers' Voice - Sept. 27, 2000