Sobre la Fundación del Grupo Emancipación

Se nos ha pedido, desde varios sectores, expresar nuestra opinión sobre el nuevo grupo: Emancipación. Como contexto para nuestras reflexiones, comenzamos con un breve resumen de nuestras pautas para debatir, orientar, y reagrupar las fuerzas revolucionarias del mundo.

Sin embargo, incluso en esta grave situación, hay muchos elementos nuevos en todo el mundo que reconocen el estancamiento, si no la bancarrota del sistema. Están debatiendo y discutiendo en la Internet y cara a cara en pequeños grupos aquí y allá, precisamente cómo, si acaso, el proletariado se emancipará. Al hacerlo, ellos, al igual que nosotros, están tratando de volver a adquirir la experiencia de las luchas de los trabajadores del pasado. [...] La TCI no se considera un mero centro de discusión, sino un núcleo del futuro partido internacional, razón por la cual seguimos de cerca otras experiencias que puedan contribuir a su construcción. La adherencia de la TCI a una plataforma política común y clara, su intento constante de mantenerse en contacto con la clase y arraigarse en ella, dentro de los límites obvios de las condiciones objetivas y subjetivas existentes, define su trabajo hacia la creación de dicho partido [...] _Nuestra sincera esperanza es dialogar con nuevos grupos que tomen conciencia de la necesidad de derrocar el Sistema, dándoles una brújula política que sirva como punto de reunión. Al mismo tiempo, buscamos el diálogo con los grupos existentes, cooperara activamente cuando sea posible, aceptar estar en desacuerdo cuando sea necesario, y, en última instancia, unirnos a medida que la historia avance inexorablemente y se desarrolle un movimiento real de la clase._On the Future International, ICT, 2018

Estas pocas líneas resumen el método y la propuesta política que le estamos planteando a todas las nuevas agrupaciones que, afortunadamente, continúan apareciendo y que están discutiendo la construcción del futuro partido, la revolución política del proletariado, y el derrocamiento del capitalismo.

1. La Tormenta del Segundo Milenio

La tendencia del decaimiento en la tasa de ganancia es la ley más importante del capitalismo y su principal contradicción. La acumulación del capital, es decir, el desarrollo de las fuerzas productivas, requiere un crecimiento en la masa de ganancias, pero al aumentar así la composición orgánica del capital, la tasa de ganancia está inevitablemente condenada a caer.

El problema comienza cuando la caída deja de ser simplemente tendencial y se vuelve real—es esta la crisis estructural del ciclo capitalista. Las dos primeras crisis estructurales en la época imperialisa condujeron a las dos guerras mundiales. La crisis actual – la tercera – que comenzó a principios de la década de los ‘70, ha convulsionado en cincuenta años al planeta de tal manera que lo lleva al borde de la catástrofe humana, social y ambiental. Sin embargo, la crisis actual también ha demostrado la capacidad sin precedentes del capitalismo para manejar la crisis y retrasar sus efectos (mientras los magnifica) a través de formas nuevas y antiguas, parásitas o reales, de apropiación de plusvalía: financiarización, especulación, deuda, guerras, estado colapsos, reubicaciones, revolución tecnológica, consumo nuevo, recortes e hiperexplotación sobre todo. En el análisis final, la clase trabajadora ha sido obligada a pagar los costos de la crisis de rentabilidad, en términos de una mayor explotación (más horas, mayor intensidad de explotación, mayor inseguridad laboral) y salarios más bajos (tanto directamente, perdiendo el poder de compras; e indirectamente, a través de los recortes en los servicios públicos; así como diferidos, como en el corte en las pensiones). Hasta ahora, la lucha de los trabajadores contra este ataque continuo ha sido débil y fragmentada, pero todos saben que la situación solo empeorará, presentando desafíos nuevos y adicionales, tanto para los revolucionarios como para la clase.

Al abordar el problema de la crisis, distinguimos entre crisis estructurales y crisis periódicas.

La primera*, la crisis estructural del ciclo*, que comenzó a principios de la década de los ‘70, marcó el final del auge económico, el comienzo del declive del tercer ciclo de acumulación de capital – basado en el decaimiento de la tasa de ganancia – y continúa actualmente. Un ejemplo histórico de otra crisis estructural es la de 1929.

Dentro de la actual crisis estructural del ciclo de acumulación también hay crisis periódicas. Marcan el paso de una fase de la crisis estructural a otra, nueva y más grave que la anterior, y cada una con sus propias características. Ejemplos de estas "crisis periódicas" que ocurrieron dentro de la "crisis estructural" fueron la crisis de deuda soberana a principios de los años ‘80, las crisis a fines de los ‘80 y a principios de los ‘90, la de los "tigres asiáticos" y burbuja de los "dot.com" entre finales de los ‘90 y principios del 2000. Cada una de estas crisis periódicas ha provocado un nuevo pico en la crisis estructural, una nueva fase y un nuevo nivel de ataque al proletariado por parte del capital, así como la retirada del proletariado con respecto al capital.

Es en este marco general que la última crisis, la del 2007, explotó como, sin duda, la más grave hasta el momento. La crisis del 2007 no se ha superado y las nubes de una nueva recesión ya se están acumulando. Es en este muy serio marco general donde ocurre la actividad de las vanguardias políticas internacionalistas. Afortunadamente, muchos comienzan a plantear el problema de construir una organización revolucionaria de clase que, al guiar y organizar las luchas futuras y los proletarios más conscientes, puede convertirse en la herramienta política a través de la cual la clase misma pondrá fin al capitalismo y sus crisis sin fin.

2. La brújula política

En una época tan tormentosa e incierta, ante una tarea tan enorme y radical, la TCI ha asumido el papel de una fuerza política que señala el camino hacia la construcción del Partido de clase internacional. Esto no solo se debe a su continuidad organizacional con las experiencias más significativas de organización revolucionaria de nuestra clase durante el siglo pasado, sino, sobre todo, a la fuerza y coherencia de un método y la plataforma que ha desarrollado. Ambos son producto de crear un balance interminable de las experiencias pasadas de la clase y sus militantes más comprometidos, de las lecciones que derivamos de las fortalezas y (a menudo trágicas) debilidades contenidas en estas experiencias.

Sin esa brújula, los esfuerzos de los nuevos proletarios conscientes de clase inevitablemente estarán destinados a producir más desorientación y desánimo. Sin esa brújula solo hay espacio para el eclecticismo político, el idealismo o un enfoque mecánico para resolver los problemas; a fin de cuentas, esto lleva a la desaparición del papel de vanguardia que los revolucionarios aspiran a jugar.

Estamos listos para asumir el rol necesario, pero debemos hacerlo con el método correcto. No aceptar este método significa ... simplemente quedarnos mirando el ombligo, como ejemplo, "no compartimos exactamente la misma visión de la lucha por el partido". El futuro solo puede ofrecernos nuevos momentos cada vez más dramáticos en la historia de la crisis estructural del capitalismo, para lo cual no necesitamos observadores, controladores, narradores (tenemos en abundancia de cronistas que solo observan eventos, encontrándole tres pies al gato, como los partidarios de la “comunización”) sino militantes que comparten un método y una plataforma.

3. El Primer Congreso de Emancipación

No podemos ignorar que han surgido otras fuerzas que se refieren, al menos en teoría, a nuestros propios principios básicos, a saber: el anticapitalismo; la centralidad del proletariado; internacionalismo; la construcción del Partido de clase; La necesidad de la ruptura revolucionaria y del comunismo.

En particular, hemos tenido un intercambio con Nuevo Curso durante un par de años, que terminó en una ruptura. Desafortunadamente, esta ruptura ocurrió de una manera que no fue suficientemente pública y clara. De hecho, a pesar de nuestros esfuerzos, no han declarado las razones de su incompatibilidad con nuestra plataforma. En cambio, describiremos las bases de nuestra incompatibilidad con la de ellos.

El hecho es que la ruptura del diálogo con las TCI fue la causa / consecuencia de una nueva fase en la vida de este grupo cuando se transformó en "Emancipación" proponiendo convertirse en "una reagrupación global de revolucionarios" alimentada en las "posiciones de la principal corriente histórica del internacionalismo ". En resumen, ha nacido un nuevo polo de reagrupación del futuro partido mundial. Bueno. Todo lo que nos queda por hacer es examinar las características teóricas y políticas.

Aquí nos referimos solo al documento "Primer Congreso de Emancipación". [1] Insertamos entre corchetes, a lo largo del texto, comentarios destinados a resaltar nuestro enfoque diferente a los problemas.

1) Es un documento aparentemente orgánico, incompleto e "incierto" en sustancia. *Un congreso que da vida a una fuerza que propone convertirse en "la reagrupación global de revolucionarios" al menos debería haber producido una plataforma política.* Este no parece haber sido el caso. *Quizás esta plataforma se produzca más tarde, pero, por el momento, no lo sabemos.*

2) La primera parte del documento se centra en una interpretación idealista de la crisis, que no es válida porque no nos permite comprender sus características peculiares.

Su esquema es: en 1914 el capitalismo completó su extensión del mercado mundial comenzando así su período de decadencia; desde entonces ha entrado en una vorágine de "destrucción cualitativa y cuantitativa, y la degradación del elemento humano" [como si esto no hubiera sido así incluso antes de 1914]; la crisis de 2007 abre una nueva fase con nuevos ataques, guerras y miseria [sin referencia a la crisis estructural que se abrió en la década de 1970 y los cambios masivos que esto ha implicado]; después de la crisis de 2007 [y sí? argumentamos lo contrario], pero dado que las nuevas contradicciones han madurado mientras tanto, se abre la posibilidad de una nueva recesión [cierto, incluso si la crisis anterior aún no se ha superado]; en esta coyuntura "la capacidad de crear la cohesión social en torno a las necesidades de cada capital nacional se ve significativamente disminuida" debido a las "batallas internas de la burguesía misma y los años de movimientos desesperados y estériles de la pequeña burguesía" [no, el desafecto superficial del proletariado con la cohesión social (ver abstencionismo) es el producto objetivo de su empobrecimiento, no el subjetivo de los enfrentamientos eternos, aunque severos, entre burgueses y, en cualquier caso, hasta que el partido revolucionario funcione, cada revuelta es destinado a agotarse dentro del sistema]; la única salida que la burguesía puede intentar es atacar al proletariado [es cierto, siempre que el ataque se entienda como económico y tenga como objetivo extorsionar más la plusvalía]. A esto se reduce su análisis económico.

Como podemos ver, todo el esquema se basa en ideas abstractas como que la decadencia comenzó en 1914. El punto de inflexión de 2007, la dificultad para crear cohesión social ... la conexión entre estas categorías y su causa material, inherente a los mecanismos del desarrollo contradictorio, pero históricamente determinado, de las fuerzas productivas nunca se describe. En resumen, no hay una lectura real, histórica y contingente, de las relaciones reales de poder vigentes y del estado del capitalismo, no como resultado de su "decadencia secular", sino de un período de cincuenta años de crisis estructural concreta. de un ciclo, sin precedentes en la historia, con sus diferentes fases, la última de las cuales comenzó en 2007.

3) La dialéctica de la lucha política entre las clases se reduce a las campañas que la burguesía está llevando a cabo (medio ambiente, feminismo) para distorsionar la lucha proletaria que imaginamos, de lo contrario, marcharía directamente hacia la revolución (el problema de la conciencia).

El mismo método idealista se aplica a la lectura de las relaciones entre clases: las dificultades objetivas del ciclo de acumulación [que para ellos han estado ocurriendo indiscriminadamente durante un siglo] no implican automáticamente un peligro para la supervivencia del capitalismo, porque la explotación siempre puede aumentar [es la verdad, aunque dentro de ciertos límites]. "Las condiciones subjetivas, la conciencia de la clase universal ... son independientes del curso de la crisis". [y el idealismo se despega, la conciencia es independiente de las condiciones materiales, prevalecen los patrones sobre los hechos, el subjetivismo sobre un análisis firme de la realidad]. De hecho, "solo durante los últimos tres años ... hemos visto movimientos de clase masivos" [esto da lugar a la duda, respaldada por otras declaraciones, de que la historia de la lucha de clases moderna solo comienza con la fundación de Nuevo Curso, tomando prestado un esquema similar al del "curso histórico" de la CCI, que se abrió en 1968 y terminó con ... la desintegración de la CCI misma]. "En este momento, la explotación como clase se está intensificando" [la verdad es que durante al menos cuarenta años la explotación de la clase se ha intensificado sin cesar y a escala mundial]. En cualquier caso, ¿cómo calla la burguesía al proletariado? Al organizar "campañas ideológicas para encerrar a los trabajadores en torno a causas supuestamente comunes que tienen beneficios secundarios para la burguesía". Para Emancipación, el cambio climático y la cuestión de las mujeres no son contradicciones que surgen de la estructura misma del capitalismo, sino campañas elaboradas de la burguesía: 1) para crear nuevos movimientos interclasistas; 2) para dar sustento a nuevos mercados ecológicos y políticamente correctos; 3) para colocar a sus hijos en posiciones de poder. Ahora, aunque estos tres fenómenos realmente ocurren, es igualmente cierto que el problema del plástico, del medio ambiente, de la contaminación producida por este sistema que está envenenando al mundo entero, son contradicciones concretas que afectan primero a la clase obrera; igualmente verdaderos son los feminicidios, la opresión de género y la mayor explotación de clase que sufre el componente femenino del proletariado. El proletariado y sus vanguardias, exactamente contrarios a lo que hace Emancipación, deben redefinir estos temas, porque son contradicciones reales, a la luz del programa revolucionario. Reducir estas contradicciones reales a nada más que "campañas burguesas contra el proletariado" solo significa abandonar el papel del liderazgo político revolucionario, para argumentar junto con los teóricos de la conspiración que "todo es un complot". Significa escapar de los verdaderos problemas políticos que enfrentamos, fomentando al mismo tiempo una psicosis de cerco y persecución que no tiene nada que ver con la realidad y que se ha demostrado que ha causado tanto daño en las filas de los militantes en el pasado. ¿Por qué hace esto? Para salvaguardar su propio método idealista y definir sus límites organizativos, terminando inevitablemente quemando las energías sinceras de sus camaradas generosos que interactúan entre sí.

¡Camaradas! ¡Estamos hablando en serio! El reformismo, la política de compromiso y oportunismo siempre han tratado de manejar todos los movimientos de clase más o menos, al menos desde 1848. Reducir todo esto a campañas burguesas significa no comprender la relación entre la estructura y la superestructura, su reflexión sobre la conciencia de clase y sus implicaciones en la batalla política, para volver al marco habitual de la CCI basado en las conspiraciones de la burguesía internacional. Un punto de vista idealista y conspirador que ya ha contribuido al colapso de la CCI.

"La ideología dominante es la ideología de la clase dominante". ¿Y qué? Es una banalidad. El verdadero problema es qué están haciendo los revolucionarios para arrebatar a la clase de la influencia venenosa de la ideología burguesa y ganarla para la causa revolucionaria. Vea entonces lo que Emancipación propone concretamente:

4) Sigue el capítulo "Tareas de los revolucionarios". En el que ... no se menciona la revolución y la construcción de las condiciones políticas necesarias para su implementación. Toda la parte práctica / proposicional se reduce a una "autoorganización general de clase contra el sindicalismo".

"No haremos los cálculos por ellos. Nuestra lucha les costará". En otras palabras: las huelgas (con razón) no deben preocuparse por las ganancias de los patrones y deben organizarse desde abajo, dirigidas por asambleas de todos los trabajadores.

En esto estamos de acuerdo, pero, incluso aquí, el hecho de que todos sean trabajadores no representa una vacuna idealista contra la traición y la capitulación. La conciencia no es inherente al ADN del proletariado, pero es un producto económico y social. Si las asambleas de lucha o las reuniones de masas, 100% proletarias, votan en contra de los intereses generales de los trabajadores, lo cual siempre es posible, como lamentablemente nos enseña la lejana y más reciente historia del movimiento obrero, los internacionalistas aún tendrán que llevar a cabo una batalla política dentro de ellas. ¿O estamos de acuerdo en capitular para mantener nuestros trabajos con compromisos porque la asamblea lo decidió así?

Para la emancipación, en los barrios y en situaciones fragmentarias será necesario trabajar para los organismos territoriales.

Esto también está bien, pero no tiene en cuenta la diferencia entre las organizaciones de lucha de clases y los instrumentos políticos del Partido para intervenir en ellas. Esto nos proporciona la explicación de la insuficiencia política y metodológica sustancial del documento con respecto a las "tareas de los revolucionarios" reales.

En cualquier caso, el capítulo no parecía tener como objetivo explicar cómo organizar las luchas reivindicativas, a menos que uno desee hacer coincidir la política revolucionaria con la del sindicalismo ultraradical. Habla de las tareas de los revolucionarios. ¿Pero cuáles son estas tareas? ¿Cómo pasa la conciencia proletaria de hacer demandas inmediatas a demandas revolucionarias?" ¿Cómo se organizan los comunistas y hacen política comunista en el lugar de trabajo y en las áreas locales? No se da a saber. O, más bien, se expresa de manera ambigua en la siguiente oración tomada libremente de Munis y su “Por un Segundo Manifiesto Comunista” en el capítulo “Tareas de nuestro tiempo”: "El programa general ... lleva desde la lucha inmediata por las necesidades universales más básicas hasta el proceso de abolición del trabajo asalariado ".

Esto no es, aproximadamente, nada más que la clásica lista de compras de cualquier sindicato combativo: menos trabajo, más seguridad laboral, pensiones adecuadas ... sazonadas con elementos "innovadores" para la intervención en los barrios: cierre de las casas de juego, casas de empeño, iglesias , una prohibición de los departamentos de drogas ("narcopisos"), la apertura de centros sociales ... para la unidad de todos los proletarios, independientemente de su origen étnico, sexo o posición. Algunas demandas parecen simplemente arbitrarias, como la convocatoria de una semana de 30 horas. Nos preguntamos por qué limitar la demanda a una semana de 30 horas. ¿Por qué no un día flexible de 4 horas o alguna otra concesión que el capitalismo no puede hacer? Las demandas surgen de la lucha misma y lo importante es que son propiedad de los trabajadores que las presentaron. Son sus demandas, por más reformistas que sean, o improbables que se cumplan en la práctica, tienen la función de dar cohesión a la lucha, y es en la lucha misma donde los trabajadores descubren su solidaridad y adquieren los medios organizativos para realizar su potencial como una clase antagónica al sistema capitalista. La tarea de los revolucionarios/comunistas es señalar el futuro más allá de la lucha inmediata, apoyar la lucha, pero articulando todo el tiempo el programa comunista como el descubrimiento histórico de la clase misma.

Además del sindicalismo radical, lo que tenemos aquí es el horrendo método del Programa de Transición Trotskista [2], al igual que cierto concepto concejal de contrapoder que recuerda un poco a Gramsci y un poco a Autonomia Operaia, en una especie de reforma progresiva que se implementará bajo el capitalismo, negándolo en palabras pero apoyándolo en hechos. Es un socialismo que se define haciendo conquistas y "espacios liberados" paso a paso.

Camaradas, hemos visto y escuchado estas cosas cientos de veces. La historia del movimiento de clase mundial está llena de estas búsquedas de atajos, de voluntarismo, de consignas económicas desde arriba. Camaradas, no funcionan. No entender esto significa volverse sobre los pasos en uno de los callejones sin salida más clásicos. Comprenderlo es utilizar el método de "reapropiación de la experiencia de las luchas pasadas de la clase trabajadora". El documento termina aquí. En resumen, comenzamos mal y terminamos peor.

Un par de consideraciones concluyentes.

5) Concluyendo “la lista de compras” y finalmente planteando el problema político, Munis en su "Tareas de Nuestro Tiempo" argumenta, tomando prestado de lo peor de Trotsky, que "es esencial vincular [esas demandas] sin interrupción a las medidas supremas de la revolución proletaria mundial".

Aquí está la esencia del error idealista, progresista y reformista: creer que hay continuidad entre las demandas económicas y políticas, que progresivamente pasamos de A a B (pasividad> lucha económica) y luego igualmente progresivamente de B a C (lucha económica > lucha política por el comunismo), cuando, en cambio, toda la cuestión de la conciencia de clase se reduce a saltos y quiebres. Esta es la esencia de la dialéctica materialista, de la dialéctica de los opuestos, de su ruptura con el positivismo del siglo XIX. La historia de la generalización de la lucha de clases es una historia de brotes y pausas, la historia de la revolución es una historia de fracturas y giros repentinos e imprevistos. Tratar de llevar todo dentro de un marco progresivo, como Trotsky en el Programa de Transición, como Munis en el "Nuevo Manifiesto", junto con una miríada de otros pseudorevolucionarios reformistas-progresistas, significa forzar la realidad dentro de un esquema idealista, significa violar tanto la realidad como la dialéctica comunista y la historia del movimiento revolucionario internacionalista.

Esta visión positivista, que ve que el socialismo se establece gradualmente, era típica de la Segunda Internacional, de donde Trotsky la recuperó en la desesperación psicológica de la hora más oscura de la contrarrevolución. Y a la luz de esta continuidad con el Programa de Transición que nunca ha pertenecido ni política ni metodológicamente a la izquierda comunista, hoy Emancipación ha decidido recordar con orgullo la "Cuarta Internacional de 1938 a 1948", que para ustedes sería el "principal corriente histórica del internacionalismo ". Pero los comunistas internacionalistas, todos ellos, ya en ese momento, luchaban contra su progresismo, positivismo, oportunismo, ambigüedad con respecto a la lucha antifascista, las luchas de liberación nacional, las conquistas democráticas, su análisis del capitalismo de estado en la URSS, y la relación con los partidos estalinistas considerados por la Cuarta Internacional como el ala derecha del movimiento proletario y no el ala izquierda de la burguesía, desde el frente unido. El problema no es el "trotskismo estalinizado", como les gusta sostener, pero el trotskismo tout court, como hemos argumentado abundantemente en otra parte. Un trotskismo del cual ustedes han decidido declararse los herederos hoy.

6) En su esquema, parece surgir la siguiente visión: gracias a los revolucionarios (y quizás también debido a factores materiales, no está claro aquí), pueden surgir movimientos proletarios que pueden tener el potencial de madurar en una dirección revolucionaria, pero tales movimientos son atacados de inmediato por las "campañas" de los sectores burgueses y pequeñoburgueses desde arriba, y por la infiltración de elementos lumpenproletarios desde abajo; Las influencias ideológicas de estas subclases diluirían el movimiento puro hasta el punto de ser destruido.

Camaradas, esto es el idealismo: el "movimiento puro" no existe. Un movimiento puede ser 100% proletario sociológicamente y adoptar posiciones antirrevolucionarias, de la misma manera que los sectores pequeño burgueses y subproletarios pueden adherirse al programa revolucionario. Ese no es el punto. El punto es la batalla del Partido revolucionario por el método, la plataforma, el programa contra el capitalismo en su conjunto, y también en la capacidad del movimiento revolucionario de atraer a los elementos vacilantes de la pequeña burguesía y el subproletariado a su liderazgo. Nuevamente, el choque no es un choque de ideas e ideologías, sino un choque de clases. Las ideologías burguesas y de subclase, que ustedes consideran la causa de la derrota proletaria (las implicaciones teóricas y políticas de este error metodológico son enormes) son, por el contrario, el producto de los espacios que la clase dejó libres en un período de cuarenta años. derrota, retirada, fragmentación y aislamiento. En estas dramáticas condiciones subjetivas, es natural que la ideología burguesa se extienda dentro de las filas proletarias, especialmente si el Partido es débil (o está completamente ausente o ha adoptado posiciones confusas y oportunistas).

Otra vez, el punto es fortalecer el Partido, para hacer esto debemos comenzar desde una plataforma sólida, coherente, consistente e históricamente probada. Finalmente, la conciencia no es dada al proletariado por el espíritu santo, sino por su relación con el Partido de clase. Honestamente, parece que este juego de gritar a las campañas burguesas y la infiltración lumpen, además de ser ilegítimo en términos marxistas, es más útil para cubrir los agujeros en su metodología que cualquier otra cosa. [Sobre la conciencia, ver La Ideología Alemana y La Conciencia de Clase y la Organización Revolucionaria].

4. Conclusión

Como comunistas, saludamos con gusto su aparición, y estábamos bien dispuestos a una confrontación clara y abierta, incluso nos reunimos con ustedes en persona en Madrid. Desafortunadamente, está claro que su proyecto está siguiendo un camino diferente al del debate revolucionario y la claridad. Quizás hasta hace poco ustedes no estaban claros acerca de las decisiones políticas que han tomado en el último año, y no se dieron cuenta de que están tomando el camino de la ambigüedad que ya han tomado muchos (algunos más duraderos que otros, pero nunca por mucho tiempo). Antes de ustedes. Si este es el camino que han decidido, les deseamos buena suerte, realmente la necesitarán. Si, por el contrario, comprenden que este nuevo enfoque suyo, idealista en su análisis económico (inexistente) y en su enfoque del problema de la conciencia, pseudo-trotskista en política, no puede conducir a nada que la clase ya no haya experimentado. entonces, quizás, todavía hay espacio para un cambio de paso.

Lo que sí sugerimos es que se comporten como revolucionarios que se preocupan más por la revolución mundial que por su propio círculo organizado. ¿Qué significa esto? Lo que aún no han hecho: abrir un diálogo real. Y aquí no solo estamos hablando con ustedes, sino con cualquier fuerza política interesada en emprender una confrontación política seria de ideas.

Les invitamos a hacer esto: tomen nuestra Plataforma política [3] (no una página, media frase, el supuesto comportamiento de un solo compañero, etc.) y critíquenlo punto por punto, encuentren los errores metodológicos que, en su opinión , lo convertiría en una herramienta inadecuada para construir a su alrededor el futuro Partido, háganlo con seriedad y compromiso, como hemos tratado de hacer en este documento, aunque sea conciso. Siempre estamos disponibles y abiertos a la relación sincera entre revolucionarios. Todo lo demás nos interesa poco.

Tendencia Comunista internacionalista

Septiembre de 2019

PD Una última nota. Ustedes cierran sus documentos con una actualización del eslogan "antiguo": "¡Trabajadores de todos los países, uníos, abolid ejércitos, policías, producción de guerra, fronteras, trabajo asalariado!" ¿Quizás la "destrucción del capitalismo" debería agregarse a la lista, sin la cual todo lo demás no es posible?

Notas

[1] La versión en inglés está aquí - en.emancipacion.info - A menos que se indique lo contrario, todas las referencias se tratan de este documento.

[2] Nunca dejaremos de pedirles a los camaradas que estudien este documento de Trotsky en su peor momento, un buen ejemplo de maximalismo oportunista, maximalismo en palabras y en hechos. Este documento demuestra de manera irreversible el abandono de Trotsky del campo revolucionario y continúa guiando el viaje hacia la izquierda de la burguesía de generaciones de trotskistas, independientemente del grupo particular que están separando o formando constantemente al igual que está haciendo indirectamente Emancipación.

[3] Pronto se actualizará.

Tuesday, November 26, 2019