No Hay Vacuna contra el Capitalismo

Cada día las noticias nos recuerdan del hecho de que vivimos en un mundo globalizado en que las fronteras nacionales no limitan las consecuencias de la actividad humana. Sea la pandemia de Covid con su virus que muta rápidamente, o los intentos de última hora para reducir el cambio climático y el daño ecológico más amplio - principalmente causado en los últimos 200 años - que amenaza la vida mundial, todos sabemos que los remedios tienen que ser globales.

Tales problemas intrincados no se pueden resolver simplemente al nivel de cambios en el estilo de vida diaria. Como si tuviéramos opciones significantes sobre cómo vivimos. Nos guste o no, vivimos en un mundo capitalista en que casi cada aspecto de nuestras vidas está dictado por la economía de dinero que respalda el capitalismo y su razón de ser: hacer las ganancias. Tarjetas de crédito, libras esterlinas, dólares, monedas, incluso el bitcoin: no podemos vivir sin dinero. Tenemos que pagar aún las necesidades para vivir: la comida, la ropa, un techo sobre la cabeza, sin mencionar las vacaciones y las “actividades de ocio”. Excepto los pensionistas, esto significa que al menos una persona en cada hogar o familia tiene que estar recibiendo un salario … porque si no, estarás condenado al intento de sobrevivir con las limosnas inadecuadas del gobierno como el Crédito Universal (si vives en un país del “primer mundo”), o condenado a algo mucho peor, sobrevivir en lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llama la “economía informal”. La gente en la “economía informal” no importa.

Sin embargo, de los 5.7 billones de personas en edad laboral en el mundo hoy, 2.2 billones no se clasifican como parte de la fuerza laboral mundial. (Y la OIT no clarifica sobre la naturaleza de sus “actividades de subsistencia”.) Eso deja un total mundial oficial de alrededor de 3.5 billones de trabajadores asalariados. Antes de la pandemia de Covid, alrededor del 5% de ellos estaba oficialmente desempleado. Eso es alrededor de 175 millones de personas. Innumerables más ahora están sin trabajo pagado. Al mismo tiempo, un reportaje de la ONU el año pasado encontró que los salarios promedios habían caído en dos tercios de los países que podía investigar. (¡No todos los países acogieron a los investigadores de la ONU!) En el otro tercio de los países - incluso Brasil, Canadá, Francia, Italia, y los EEUU - un incremento en los salarios promedios no fue el resultado de un incremento en el pago, sino de números grandes de obreros mal pagados que perdieron sus trabajos o ‘salieron del mercado de trabajo’. ¡Es increíble lo que podemos aprender de las estadísticas! Las estadísticas de la OIT sólo confirman el panorama general: el desempleo está creciendo y los salarios están bajando. Se hace cada vez más difícil ganarse la vida.

Esto, a pesar de un mundo desbordante con bienes de consumo, en que nadie necesita tener hambre o estar sin las necesidades de la vida. No tiene sentido. Pero tiene un tipo de lógica capitalista. La fuerza motiva del capitalismo no es promover la salud y bienestar de la humanidad, sino maximizar las ganancias. El esfuerzo constante para aumentar la productividad por medio de reducir el costo de la fuerza de trabajo y las materias primas es la fuente del dinamismo del capitalismo. Pero también es la causa de la tendencia fatal del capitalismo hacia la crisis económica y el colapso. Dado el desembolso de capital cada vez más grande necesario para generar una nueva serie de ganancias, llega el momento en el que la tasa de ganancias está tan bajo, que en vez de invertir en la ‘economía real’, más y más firmas prefieren… pagar a sus jefes ejecutivos bonificaciones grandes; apostar en la bolsa de valores; prestar a bajas tasas de interés para refinanciar deudas existentes mientras hacen el mínimo necesario de la actividad diaria del negocio (compañías zombis); o simplemente declarar la quiebra y cerrar. Al mismo tiempo el esfuerzo para extraer más trabajo de menos trabajadores a costo menor está aumentado. Trabajo ‘flexible’, es decir inseguro y precario sin un salario semanal garantizado sigue reemplazando lo que hay de la vieja semana laboral monótona. Estos tipos de ataques no son nuevos. Por décadas ya hemos estado rastreando los ataques constantes contra el pago de los obreros, contra sus condiciones de trabajo y vida, la reducción de su cuota del producto interno bruto mientras los capitalistas empujan el costo de su crisis de ganancias sobre la clase obrera.

Hay Esperanza

En otras palabras, Covid o no, sigamos enfrentándonos con un capitalismo desesperado, en crisis como antes. No sirve para nada creer que haya cielos azules en el futuro cercano. Hasta que la clase obrera mundial se dé cuenta de su interés común y empiece el camino de derrocar el capitalismo para crear un nuevo mundo de productores libremente asociados, el cuadro sigue siendo sombrío. Sin embargo, en esta situación sombría, hay esperanza.

Nuevos grupos políticos están formando que están entusiasmados de aprender de la historia entera de las victorias y derrotas previas de la clase obrera y que reconocen la necesidad de una brújula política para guiar la lucha internacional de la clase obrera. La Tendencia Comunista Internacionalista, a la que pertenece la Organización de Obreros Comunistas, está creciendo. Desde su inicio político original en la forma de Battaglia Comunista en Italia (que, entre otras cosas, actualmente está dirigiendo una batalla política contra los sindicatos de base que compiten por el apoyo en el puesto de trabajo), los grupos de la TCI en EE. UU. y Canadá trabajan juntos para producir su revista política en línea, 1919. Al mismo tiempo estamos haciendo el trabajo difícil de aprender cómo contribuir de la mejor manera a la lucha de clases. ¿Cómo responder a una crisis escandalosa de vivienda y evicciones en Canadá en que los amparos de los sin hogar han sido cerrados en Montreal y en Ontario la Comisión de la Locación Inmobiliaria ha realizado más de 13.000 vistas de evicción durante los tres meses pasados? ¿Qué se dice a los obreros de la Frutería de Hunts Point en Nueva York que buscan un aumento de sueldo de $1 después de 10 muertes del virus y más de 400 infectados? ¿Cómo empezar a construir un grupo político funcional en Australia con un grupito de simpatizantes interesados durante una cuarentena? Una nueva generación enfrenta tales desafíos que puede ver que la base material para una comunidad mundial de productores ya existe dentro del cadáver podrido del capitalismo. Lo que el mundo necesita ahora es que la clase obrera recoja el guante y comience su propia lucha revolucionaria.

El artículo de arriba viene de la edición actual (No. 54) de Aurora, boletín de la Organización de Obreros Comunistas.

Thursday, July 1, 2021