Sí, luchen y hagan huelga contra la guerra: ¡pero contra todas las facciones capitalistas!

Folleto distribuído por el PCInt, en italiano e ingles, durante las manifestaciones y huelgas recientes sobre la situación en Palestina.

La matanza en curso en Medio Oriente es un episodio más de la nueva fase de enfrentamiento armado entre imperialismos opuestos que comenzó con la guerra en Ucrania. Por un lado está la OTAN-EEUU-Europa, por el otro Rusia-China-Irán. Esto es cierto en Ucrania, en Medio Oriente y en otros teatros de guerra. Todo evidencia que el conflicto entre las grandes potencias imperialistas, la carrera hacia la catástrofe de una guerra generalizada, se está acelerando.

La causa fundamental es la crisis estructural del capitalismo, que también está agravando las crisis económica y medioambiental. Todas ellas empeoran considerablemente las condiciones de vida de miles de millones de personas.

La ‘democracia’, los intereses ‘nacionales’ y ‘populares’, la ‘paz’ que hay que defender con las armas, la defensa de los ‘valores’ ético-religiosos: todo esto son falsedades para disfrazar los verdaderos intereses que mueven a los depredadores imperialistas a luchar. Los civiles son los que pagan: principalmente el proletariado y las masas desposeídas.

Hamás, una pandilla capitalista construida sobre el fundamentalismo islamista, ferozmente anticomunista y antiproletario, sabía que el ataque del 7 de octubre desencadenaría la furiosa reacción del Estado israelí. Esto ha transformado Gaza en una picadora de carne, exacerbando la violencia que siempre se emplea contra el proletariado y las capas más pobres de la población palestina. Pero a ninguna de las dos clases dominantes le importa el sufrimiento de la "gente común", del proletariado: éste es sólo carne para explotar en tiempos de paz y carne de cañón en tiempos de guerra.

Sin embargo, las masacres de Hamás e Israel no se limitan a defender sus propios intereses de clase explotadora: detrás de ellos están los criminales imperialistas ruso-chino-iraníes, por un lado, y los igualmente criminales imperialistas "occidentales", por otro.

Los pro-nacionalistas, argumenten lo que argumenten, pretenden implicar a la clase obrera en la guerra. Pero sus supuestas ‘luchas de los pueblos oprimidos’ no son más que herramientas de los patrones y políticos locales: herramientas que los campos imperialistas opuestos emplean para conseguir que el proletariado y los desposeídos derramen su sangre.

Sí, luchen, hagan huelga contra las guerras de los patrones es nuestro deber: siempre que la lucha se dirija contra todas las facciones y campos capitalistas, contra todos los frentes imperialistas. Toda auténtica resistencia proletaria debe empezar por rechazar el engaño de una guerra desencadenada en supuesta defensa de la libertad de los pueblos oprimidos. Tales frases se utilizan para disfrazar el apoyo a una de las bandas capitalistas en guerra.

Por el contrario, los internacionalistas revolucionarios de hoy creen que la guerra imperialista, cualquiera que sea el disfraz que adopte, debe ser abandonada, ya que en las guerras de los patrones la clase obrera tiene todo que perder y nada que ganar. La única alternativa viable es apoyar la lucha de clases, agitar la creación de armas y herramientas para construir una alternativa al sistema actual, basada en los intereses generales e internacionales de la clase obrera. Nuestras armas son: la conciencia de clase, la lucha proletaria, los organismos que de ella surjan y la herramienta política indispensable para superar esta sociedad fundada en la explotación, la muerte y la destrucción: el partido internacional de la revolución proletaria.

Hay que luchar por la guerra de clases, por la construcción revolucionaria de un sistema diferente:

  • Contra el capitalismo, el imperialismo, el nacionalismo. Ningún apoyo a los capitales nacionales, ni a los estados en formación, que sólo serían una nueva cárcel para la clase obrera, un instrumento que cualquier fracción de la burguesía mundial utiliza para oprimir a "su" proletariado, sin compartir los frutos de la opresión y la explotación con otras fracciones de la propia burguesía internacional.
  • Por una sociedad en la que se supriman los Estados, el trabajo asalariado, la propiedad privada, el dinero y la producción con ánimo de lucro y se sustituyan por un mundo de productores libremente asociados que respete al medio ambiente.
  • Contra los ataques económicos y políticos que las guerras actuales, y las venideras, desencadenarán sobre los trabajadores asalariados: una economía condicionada por la guerra, con una inflación cada vez peor pagada por los proletarios, es ya una prueba de ello.
  • Por la lucha autoorganizada de la clase obrera, por la formación de comités de huelga y lucha independientes, asambleas de masas y consejos obreros.
  • Contra la opresión y la explotación, por la unidad de la clase obrera, contra y más allá de las divisiones fomentadas por la clase que explota, oprime y masacra: la burguesía internacional y sus ramas locales.
Partido Comunista Internacionalista – Battaglia Comunista, afiliado italiano de la TCI
febrero de 2024
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Saturday, March 2, 2024